La hidromiel (aún no tengo claro si es masculino o femenino) es el único alimento que consume Odín, el Padre de Todos, en la mitología escandinava, por tanto no es de extrañar que a los caídos en combate y que se lo merecían las walkirias les recibieran en el Valhalla con un cuerno de esta bebida alcohólica, que se supone es la más antigua elaboran en muchos puntos del planeta, desde la América incaica, azteca o maya, hasta la China milenaria y la lejana Asia, pasando por griegos, romanos, íberos, fenicios, celtas, sajones o nórdicos, entre otros. Hasta en África, en países como Etiopía y Eritrea, tienen hidromiel.
Pues bien, vuelve a estar de moda. La literatura y la mitología tradicional, en tiempos, pero también las películas y series han impulsado de nuevo esta bebida, que ha comenzado de nuevo a cobrar fuerza en países como Alemania, Polonia o Estados Unidos, gracias a la famosa trilogía 'Crónica del Asesino de Reyes', de Patrick Rothfuss; 'Canción de hielo y fuego”, de George R. R. Martin, que ha tenido su reflejo en 'Juego de Tronos'; la novela de Noah Gordon 'El Médico'; la saga entera de novelas y películas de Harry Potter, de J. K. Rowling; la poción mágica que beben Astérix y Obélix tiene como base la hidromiel; se ha visto y leído en la trilogía de 'El Señor de los Anillos', de J.J.R. Tolkien y Peter Jackson; 'Beowulf', de Robert Zemeckis; “'Robin Hood, príncipe de los ladrones', de Kevin Reynolds, o 'El guerrero número 13', de John McTiernan y Michael Crichton...
Y en España, hay igualmente una especie de 'revival' de esta bebida. Está creciendo tanto que hasta en Facebook hay una página, Hidromiel España, pensada para elaboradores (caseros o profesionales), apicultores, vendedores o simples curiosos. Llegan ya a 3.517 miembros.
Cada vez son más las elaboradoras artesanales que salpican la geografía de la Piel de Toro produciendo hidromiel, como es el caso de Bodegas Valhalla en Sevilla, que fue la primera en empezar a hacer esta bebida. También hay en Zaragoza en Hidromieles Artesanas Rasmia; en Asturias, con El Barquero, Hidromiel Zángana o Helhiem; en Madrid con Viking Bad (Ajalvir), Valkiria (Alcalá de Henares) o Grendel Hidromiel (Collado Villalba); en Lanzaron (Granada), con la Runa; en Valladolid, con Hidromiel Beekinga; en El Bierzo, con Castreña; en Baza (Granada), con Valdyr Hidromiel; en Valencia, con Hidromiel Odín o Besar Hidromiel; en Toledo, con Crisada; en Galicia, con Gurung o Jafor; en Salamanca, con Río de la Miel (Carbajosa de la Sagrada); en Logroño, con Moncalvillo Meadery (Daroca de Rioja); en Catalunya, con Partida Creus (del Penedés); en Aragón, con Apícola Cinco Viñas; en Alicante, con Muspell hidromiel, o León, con El Robledal (Almanza).
"Se está poniendo bastante de moda", indica Enrique Mérida, de Mielinízate, la elaboradora de miel de Villa del Río, que abastece de producción a la sevillana Valhalla, de la que tiene en venta en Expomiel. "Hay ya muchas empresas que se dedican a fabricar hidromiel; cada día más, y, por tanto, es una salida más para nuestra producción, porque estas empresas que están surgiendo van a tener demanda de miel".
En su opinión, la gente que consume hidromiel es "muy variopinto". En su caso, la clientela es de gente que va a sus instalaciones para comprar miel y también habitantes de Villa del Río. "Hay gente en nuestro pueblo que la bebe; la pusimos el pasado año y ya hay que está repitiendo". Sus productos tienen toques asidrados o similitudes con un vino rosado.
En la muestra de miel de la Diputación cordobesa hay otro productor que vende hidromiel. Se trata de Manuel Jesús, de Axarmiel, de La Axarquía malagueña. "Se trata de una bebida alcohólica que se produce con la fermentación de la levadura de la miel al adicionarle agua", explica. "Se pierde la densidad de la miel pero conserva todas sus propiedades estupendamente, y cuando le damos humedad a la miel, las levaduras naturales de las plantas que lleva se activan y empiezan a consumir el azúcar de la miel".
Eso explica que no sea una bebida tan dulce como uno se espera. Evidentemente tiene regusto a miel, con un toque semidulce, pero no es tampoco un moscatel o un PX. "Es como un cava, suave, de entre 11 y 12 grados de alcohol; no es de extrañar que en la Antigüedad, en los festines que se daban y el abuso a la hidromiel con hasta cinco litros, más de uno saliera cantando por lo bajito", señala con guasa este productor, que también entiende que la hidromiel está teniendo cada vez más empuje y requiere de miel para elaborar la bebida. Su hidromiel está elaborada con miel de castaño, que es una especialidad de Odín Hidromiel, y, por supuesto, también la vende en tarros para los más mieleros.
En su caso hay más productos nuevos que se han traído a Expomiel, como son unas tortas de arrope junto la meloja, que es la materia prima con la que se elaboran, que enamoran al paladar. Los de Mielinízate tienen igualmente ron-miel o licor de crema de miel, que se elaboran en Guadalajara, y que son otra salida más para este producto.
Otra novedad más es la miel de Aguacate. Novedad, evidentemente, en Córdoba, porque se lleva vendiendo desde hace ya bastante tiempo. La ha traído Miguel Monferrer, de la firma Apilore, de Écija, en Sevilla. Entre sus propiedades está que es un producto diurético "y eso se busca mucho últimamente". Pero si algo quiere destacar este productor es su sabor: "Un delicia para el paladar; muy agradable".
Berenjenas con miel de aguacate
Tanto es así que la recomienda en Córdoba para la elaboración de berenjenas con miel. De hecho, ya tiene a un restaurador que se la está adquiriendo para ese plato. "Y van a acabar siendo muchos más en cuanto vean cómo queda". Es una miel un tanto complicada de encontrar en Córdoba, pero "no pasa nada, porque nosotros la tenemos muy cerquita de aquí, en Écija".
Monferrer es ya toda una institución en Expomiel. "Llevo ya 20 años viviendo a esta muestra desde el primer año, y tenemos clientes cordobeses desde entonces". En su opinión, "la gente de Córdoba es muy fiel a esta compra en esta época del año y a nosotras esta muestra nunca nos ha fallado, lo solemos vender todo". Y es que los cordobeses y las cordobesas "son fieles a este evento y saben que son productos buenos y vienen a buscarlos sea de la firma que sea; y compran para todo el año".
Su familia lleva toda la vida en la producción de miel, con cuatro generaciones desde 1880, y tienen contactos con productores de toda Andalucía, gracias, precisamente, a aquellos tiempos en los que se recorrían los caminos con animales de carga y se llegaba a todas partes. "Habitualmente tengo fotografías antiguas en el expositor, pero este año no ha podido ser".
Y si Apilore es fiel a Expomiel es porque se trata de una feria o muestra que ha sabido mantenerse en el tiempo, mientras que otras han ido cerrando. "Había en Lanjarón, en Granada, también en Sevilla y en Jaén, pero la falta de ayudas ha ido acabando con todas". En Córdoba, "cuenta con la ayuda de la Diputación y se mantiene, porque esto no podríamos hacerlo por nuestra cuenta". Hay otra feria más en Valencia, una tierra con una importantísima concentración de envasadores que se suministran de miel andaluza, y para de contar. Miguel Monferrer suspira por una especie de muestra nacional, a la que puedan acudir todos, pero eso suena a quimera y, además, vuelve los ojos a Córdoba para señalar que "Ésta fue de las primeras que se hizo a nivel de productor".
Frente a la veteranía de Apilore, los hay también que son nuevos de este año, como es el caso de Fuentecillas, de la localidad de El Viso, en el Valle de Los Pedroches, que ya asomaron la nariz en la pasada Feria de los Municipios. le han echado muchas ganas e ilusión y, de hecho, es uno de los expositores más atractivos de toda la muestra.
