MEDIO AMBIENTE EN LA PROVINCIA

El mesto de Guadalcázar fue una de las víctimas del incendio de agosto en La Dehesilla

Se trata de un híbrido fértil de encina y alcornoque muy escaso en la provincia y de los que apenas quedan ejemplares
La naturalista Mónica López y su perro bajo el mesto quemado
photo_camera La naturalista Mónica López y su perro bajo el mesto quemado

El mesto de Guadalcázar ha sufrido la devastación de un incendio forestal ocurrido el pasado día 21 de agosto en el paraje conocido como La Dehesilla, según ha informado a través de un comunicado Mónica López, miembro de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural.

Ese mesto es un "árbol hibridado muy escaso en nuestra provincia, donde apenas quedan ejemplares de esta curiosa mezcla de especies". Concretamente, es un híbrido entre dos ejemplares del género Quercus al cual pertenecen las conocidas encinas, alcornoques, coscojas, quejigos y robles.

"El ejemplar que nos ocupa es un híbrido fértil de una encina y un alcornoque, resultado éste de la polinización entre pies diferentes, formación de la bellota y del paso de los años hasta formar este magnífico ejemplar de unos 10 metros de altura". Cualquiera que lo mire de lejos le parecerá ver un alcornoque desprovisto de corcho en el tronco y sin espinas en las hojas; con largas y colgadizas ramas como el alcornoque, pero sin la magnífica protección suberosa que hubiera necesitado para protegerse del fuego que le ha pasado por debajo.

Miembros de la la Sociedad Cordobesa de Historia Natural con el mesto en mayo de 2021

Precisamente el pasado mes de mayo fue visitado por la Sociedad Cordobesa de Historia Natural por su interés para la botánica y la ecología, y donde bajo su copa se realizó una instantánea para el recuerdo.

El paraje dónde se ubica este mesto es una finca privada, que gracias al cuidadoso manejo ambiental que se hace en la explotación, el ejemplar mencionado, así como la mayoría de las encinas y acebuches se han salvado del incendio. Es la ganadería de ovino en extensivo quien realiza esta maravillosa labor de desbroce del pastizal seco durante el verano, segando a golpe de diente las hierbas que en primavera forman los extensos majadales.

Los pastizales de la zona quemada son de gran valor, ya que hay varias extensiones de la gramínea Chaetopogon fasciculatus, formaciones herbáceas que aparecen como de interés prioritario a proteger en los Hábitats Europeos. Estos pastizales arenosos surgen en zonas de humedales que se encharcan periódicamente y son hábitats absolutamente frágiles, ya que en breve desaparecerán por el cambio climático que desgraciadamente está aconteciendo y, la escasez de lluvias.

Estado en que ha quedado el paraje de La Dehesilla de Guadalcñázar tras el incendio

Este incendio también ha tocado algunos ejemplares de la gran murteda que se desarrolla en El Hecho y la Dehesilla. Pertenecen estas 'matas', como las llaman los trabajadores, a la especie conocida como mirto o arrayán Myrtus communis, especie noble del monte mediterráneo que se encuentra normalmente cobijada bajo las umbrías de las copas de los árboles, vestigios de lo que debió ser la zona antes de su desforestación.

Aunque algunos ejemplares se han perdido para siempre, "confiemos que las medidas de reforestación y restauración que han de hacerse tras un incendio forestal según la Ley de Montes, devuelvan a la zona el esplendor y la biodiversidad que tiene este paraje", señala la también investigadora de la UCO y trabajadora en el Real Jardín Botánico.