La Unión Europea, a través de su Europarlamento, va a solicitar al Ejecutivo español, actualmente liderado por el socialista Pedro Sánchez, información más concreta y puntual acerca del cementerio nuclear de El Cabril, en Hornachuelos, según ha informado esta mañana el responsable de Organización Provincial de IU en Córdoba, Sebastián Pérez, con diferencia uno de los miembros más activos de este partido en la provincia.
Así, el pasado miércoles, día 20, se celebró en el Parlamento Europeo una comisión de peticiones, donde se llevó una temática que, según Pérez, es una temática que preocupa a Córdoba, Sevilla y arte de Extremadura", como es la instalación de residuos radiactivos de baja y muy baja actividad de El Cabril, que es como lo denomina el Ministerio para la Transformación Ecológica.
El propio Pérez actuó de portavoz para hacer llegar las inquietudes de numerosos colectivos andaluces y extremeños sobre El Cabril a los responsables comunitarios, en bosque había miembros de la derecha y de la izquierda europea, y allí "demostramos que hay un proceso de opacidad en lo que hace, que hay accidentes en la carretera relacionados con el transporte de residuos radiactivos, y que aquello nació de una ilegalidad, ya que en 2002 hay una sentencia del Tribunal Supremo diciendo a las claras que aquello es un peligro", ha dicho el responsable de IU.
La reacción de la comisión de peticiones europea ha sido indicar que va a "solicitar de forma inmediata más información al Gobierno español sobre el cementerio". El portavoz de los colectivos inquietos con El Cabril también ha informado de que se ha pedido en Europa que se organice una visita de eurodiputados a la zona y que vean por sí mismos lo que ocurre, pero sobre eso aún no se han pronunciado una sencilla razón práctica: En breve se celebran elecciones al Europarlamento y las cosas se quedan pendientes hasta conocer el resultado.
"No es fácil que la comisión lo haya aceptado", ha indicado Pérez, ya que en esa misma sesión se quedó cerrado y sin solución otra petición similar sobre la centra de Garoña, aunque también sigue abierto, como el caso cordobés, el de una de las cuatro bombas termonucleares norteamericana que cayeron al mar en Palomares allá por 1966.
Según el líder de IU, se pusieron sobre la mesa en Bruselas las filtraciones de agua que se produjeron en la central tras un reciente época de lluvia, los accidentes en carretera convencional que se han producido en la N-432, una de las vías del país con más puntos negros y que en 1989 tuvo que ser de nuevo descontaminada, el hecho de que este ubicada en un paraje protegido y natural de gran valor o que aquella zona en comparación con el resto de la provincia es "de una oleada sismicidad". A eso hay que añadir que está ya colmada en un 80%, que llegan residuos tanto médicos y químicos como radiactivos de media intensidad desde Garoña y desde la fábrica de combustible nuclear de Juzgado (Salamanca), o que el dinero compensatorio que percibe del Gobierno central la Junta de Andalucía "apenas llega nada a las zonas de influencia del cementerio nuclear".
En este sentido, por ejemplo, Sebastián Pérez ha señalado que la Administración andaluz percibió en 2016 unos 8,5 millones de euros y de esa cantidad, que pasa a formar parte del concepto de ecotasa, los municipios directamente afectados -Hornachuelos y Fuente Obejuna, en Córdoba, y Aranís y Cazalla de la Sierra, en Sevilla- "sólo perciben unas migajas, mientras que el resto no repercute en el territorio que más lo necesita". Eb este sentido, el responsable de IU ha dado a entender que hay una estrategia entre las dos administraciones para despoblar el territorio, con ausencia de desarrollo económico y desindustrialización, a fin de que no haya resistencia para que El Cabril siga existiendo, "cuando su destino es que se cierre ya".
Según Pérez, "no es de lógica que España produzca menos energía solar que Alemania, aunque en el Parlamento español hay un compromiso para iniciar en 2019 un debate sobre el futuro de la energía en España y el cierre de El Cabril", donde todavía queda mucho por decir.
