La investigación se denomina 'Operación Sequía'

La Guardia Civil multa a 45 personas por conexiones ilegales de agua del volumen de "30 piscinas olímpicas"

Se han realizado más de 200 inspecciones durante los seis meses que ha durado la operación, desde el pasado mes de julio.

Presentación 'Operación sequía'
photo_camera Presentación 'Operación sequía'

La Subdelegación del Gobierno en Córdoba, a través de la Guardia Civil ha finalizado la denominada ‘Operación Sequía’, centrada en la lucha contra el fraude de conexiones de agua en las localidades de Baena y, más concretamente en la aldea de Albendín. Según ha aclarado el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, en este lugar se han producido “acciones ilícitas e insolidarias”, que se han traducido en conexiones fraudulentas de agua “equivalente a 30 piscinas olímpicas”. 

Tal y como ha concretado el teniente coronel de la Guardia Civil en Córdoba, Juan Carretero, se han investigado un total de 45 personas independientes como autores de estos delitos, por parte del puesto principal de Baena. Así, se han realizado más de 200 inspecciones durante los seis meses que ha durado la operación, desde el pasado mes de julio. En total, según han concretado desde la Guardia Civil, se han defraudado 73.980 metros cúbicos de agua defraudada al año. Se han detectado bolsas de agua, por rotura de conexiones ilegales, con pérdidas incalculables. Aunque se estima que podría haber ascendido a 240.000 euros anuales. 

Esto ha provocado que los más de 20.000 habitantes de esta población hayan tenido que sufrir la falta de disposición del agua, por la rotura de la conducción original, junto a los cortes de agua y la pérdida de presión de la misma en sus hogares. 

Según ha explicado el responsable del puesto de la Guardia Civil en Baena, Juan Hidalgo, “la investigación comenzó en julio cuando Acualia, la empresa suministradora de agua de esta zona, informaron a la Guardia Civil de la rotura de la conducción original”. De hecho, la población Albemdín sufrió cortes alternativos de una semana, provocados por estas roturas. Así, y una vez se tiene conocimiento de los hechos se recopilaron una serie de datos sobre los lugares donde se han producido daños, donde estaba la pérdida de presión y dónde había bolsas de agua. Esto hizo que se realizara un mapa y a partir de ahí comenzó la investigación. 

Se han utilizado máquinas retroexcavadoras, junto a microcámaras endoscópicas, manómetros para medir la presión, geéponos. En concreto, se empleaba la sustitución del contador por una especie de “latiguilo y un segundo método que se deba en las propiedades con un volumen considerable de movimientos de agua, en la que colocaban un by pass que con el contador de la comunidad. 

Esta situación se agrava más teniendo en cuenta el nivel de sequía que está sufriendo la provincia de Córdoba. Es más, según ha adelantado el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, para situar este problema de un contexto, “la propia Confederación Hidrógrafica del Guadalquivir ya informó del delicado nivel de reservas en cuanto a los embalses, un 35 por ciento de su capacidad. A su vez, Primo Jurado, ha recordado que “arrastramos un déficit publiométrico, es decir,  estamos dentro de una sequía”.