El presidente de la Empresa Provincial de Aguas (Emproacsa), Salvador Fuentes (PP), ha señalado que desde hace ya 15 días se llevan realizando analíticas tanto del agua almacenada en los pantanos que abastecen al Norte de la provincia, así como de las tuberías que llevan ese agua para el abastecimiento en alta y baja, de modo que, "en el momento que tengamos la garantía protocolaria de que podemos poner el agua apta para el consumo del grifo, que nadie le quepa duda que lo vamos a hacer".
Sin embargo, eso conlleva tiempo, ya que ha que hay que cumplir previamente con el protocolo de salud pública y según los parámetros del decreto. "Y ahí sí pido un poco de paciencia; nadie tiene más prisa que los que están padeciendo ya un año sin agua en su grifo", ha señalado, de modo que, "por respeto a ellos y por sentido común tengo que ser muy prudente" a la hora de hablar de fechas.
Por el momento, el presidente ha asegurado que los análisis indican una sustancial mejora en la calidad del agua, y es un proceso que "se ha acelerado significativamente en el último mes". Una cuestión de lógica, ya que hay más agua, y, por tanto, el nivel de carbono orgánico total (COT) desciende.
Pero frente a triunfalismos, Fuentes insiste en la prudencia. "En el momento que tengamos la garantía de que el agua en el grifo, no la que sale de la depuradora, sino en el grifo, está apta para el consumo, que a nadie le quepa duda, porque ya es es el momento, de que el agua va a volver a los grifos con absoluta garantía". ¿Qué falta para ello? Que, además de los niveles de COT, no se produzcan más sorpresas con otros elementos.
"De ahí que no haya que cometer ningún error en cuanto a la analítica, porque estamos pendientes del COT y podemos tener otra sustancia que rompa el parámetro que sigue la ley; y no podemos abrir el agua para tener que cerrarla tres meses después". Así que cuado toda la analítica esté apta para el consumo, "en el inicio, en medio y al final del proceso", se abrirán los grifos "con absoluta naturalidad".
El caso es que agua ya hay, tras el paso de la borrasca Nelson, pero Fuentes ha recordado que para evitar lo ocurrido con la sequía de 1995 hay que seguir trabajando en distintos frentes, especialmente en materia de obras. "Las obras se hacen en tiempo y forma e incluso en algunos casos se está acelerando", ha señalado, para añadir, además, que "debemos seguir dentro de la cultura del agua con un uso más responsable y aprender de esta crisis".
En cuanto al pantano de Sierra Boyera, el presidente de Emporacsa ha reconocido que su agua es mejor que La Colada, pero ha insistido también en seguir realizando analíticas hasta tener la más absoluta certeza de que el agua que va a salir por los grifos es "la mejor agua disponible", por tanto ha descartado cualquier "debate de La Colada o Sierra Boyera".
