Se cree que Don Quijote y Sancho Panza entraron a Andalucía desde Castilla-La Mancha por el pasillo de tierra que hay entre Torrecampo y Conquista, un pequeño municipio de Los Pedroches que linda con Ciudad Real, y allí protagonizaron varios de los capítulos más famosos del obra inmortal de Cervantes, como la aventura de los batanes, el yelmo de Mambrino y la liberación de los Galeotes.
Pues bien, Conquista, de apenas 379 habitantes, es otro de esos privilegiados municipios cordobeses que están a día de hoy libres de infecciones por coronavirus, al menos oficialmente hablando, pero su alcalde, el socialista Francisco Buenestado Santiago, considera que en su caso es una "mera cuestión de suerte; no nos ha tocado y ya está, no podemos colgarnos medallas".
Bien es verdad que allí fueron previsores, porque en los días previos a que se decretara el estado de alarma se decidió cerrar la residencia de mayores y después se reforzó el confinamiento de la población distribuyendo desde el Consistorio las compras y los medicamentos que los vecinos y vecinas necesitan. Si eso es así y, además se guardan estrictamente, las normas y recomendaciones para luchar y prevenir la pandemia, ¿por qué el regidor piensa de esa manera"
Sencillamente, porque a Conquista también llegaron familias procedentes de Madrid huyendo de la penosa situación que se estaba viviendo en la capital del país. Suelen ser emigrantes -cuatro o cinco familias- que se marcharon fuera en las décadas de los 60' y los 70' del siglo pasado y que siguen teniendo casa en el pueblo. "Detectamos su llegada previa a las medidas de confinamiento, pero es que el virus tiene un periodo de incubación de medio mes, con lo que si hubieran venido infectados habría dado la cara mucho más tarde". Ninguno de ellos ha llegado con la infección, "por tanto, ha sido pura suerte".
Contención y prevención
A partir de ahí, el trabajo se ha centrado en la contención y la prevención para evitar que algún caso empezara a dar la cara. Algo que se venía realizando ya desde el miércoles anterior al Real Decreto. "Estábamos llevando ya entonces a cabo desinfecciones diarias con materia adquirido por nosotros a una empresa de la localidad y fumigando con un tractor y atomizadores", explica el alcalde.
De todos modos, hay también varios factores que juegan en favor del municipio para haberse librado de la presencia de Covid-19. Aparte de la suerte y de haber sido previsores con las medidas, en las que colaboran numerosos vecinos a modo de voluntarios junto con trabajadores municipales, la población es una edad media avanzada, con lo que guardan el confinamiento más a rajatabla que los más jóvenes, a lo que hay que añadir que se ha llevado a cabo un importante labor de conciencia vecinal para mantenerse aislados del mundo exterior. "Hemos explicado a la gente que diga a sus familias que no pueden venir a vernos ni nosotros salir a verlos a ellos, ni tampoco a amistades, por muchas ganas que tengamos". Y hasta la fecha se ha hecho bastante caso.
Pero quizá el elemento más favorable es su natural aislamiento. Conquista es un pueblo "al que hay que ir". No está en un cruce de caminos y de hecho las carreteras 'principales', como son en esa zona la A-435, la A-424 o la N-420 les queda muy a desmano. Eso ha podido ser de hecho lo que les ha permitido mantener un blindaje natural sin necesidad de acudir a controles viarios, que en opinión del alcalde, "quedaría fuera de nuestras competencias municipales".
Y ya que la actividad consistorial ha quedado paralizada, el Ayuntamiento se ha centrado de lleno en labores de cuidados de la población. Así, dos veces a las semana llaman a personas que viven solas o están más aisladas para conocer sus necesidades. Igualmente, y ya que este municipio vive en la llamada exclusión financiera, es decir que no tienen ninguna entidad bancaria desde septiembre pasado, "adoptando todas las medidas posibles de precaución y prevención, llevamos a los vecinos a Villanueva de Córdoba que necesitan sacar dinero".
Teletrabajo municipal
En la propia casa consistorial, el teletrabajo es lo que impera a día de hoy y se trabaja también de forma presencial, pero a puerta cerrada. Estos días, según el alcalde, también está permitiendo a los técnicos ponerse al día en materia de informes y subvenciones que habitualmente en días normales son las cuestiones que más se retrasan. Además, "estamos dando forma a los nuevos proyectos que no sabemos cuándo vamos a poder poner en marcha".
Por lo pronto, la VIII Feria del Cordero, que estaba prevista para los días 21 y 22 de marzo, ha sido aplazada hasta nueva fecha; la Romería de San Gregorio en mayo, también se va a ver afectada, al igual que la Feria de Santa Ana de julio, sobre la que "nos siquiera estamos trabajando porque va a ser muy difícil que se celebre". De ahí que todo el esfuerzo del Ayuntamiento se este centrando en la atención vecinal.
Y hablando de cordero, la principal riqueza de este municipio es la ganadera de ovino, que estás sufriendo un doble crisis sanitaria y de precios. "La primavera era la mejor época para el negocio del cordero, pero el desplome de los precios está siendo muy malo para los ganaderos, que son en su mayoría pequeños propietarios, a lo que hay que añadir que tras la Semana Santa se producía una buena exportación hacia los países árabes, que ha quedado frenada por el coronavirus".
Un panorama que se pinta más negro si cabe para la hostelería local, compuesta por tres bares, que hacen su 'agosto' en fechas señaladas que ya se ha adelantado no se van a celebrar. "Ése era su colchón para el resto del año y nadie sabe cuándo se va a volver a la normalidad", se lamenta el edil socialista.
Queda como esperanza que si en verano ya se levantara la mano, "mucha gente que habitualmente aprovecha las vacaciones para irse fuera, este año es muy probable que elijan quedarse en el pueblo, porque en esa época es cuando el pueblo se llena".
