La patronal agraria Asaja-Córdoba preveé que la cosecha de la campaña de este año alcance una producción de unos 57 millones de kilos de uva, "50 millones de kilos de uva blanca y siete millones de kilos de tinta, una cifra algo superior frente a los 46 millones de kilos de uva blanca y los también siete millones de kilos de uva tinta de 2015". Según ha informado la patronal, "el comienzo de la campaña se prevé para principios de agosto, retrasándose así en relación al año pasado", pues entonces "se inició el 24 de julio". Ello se debe a que las primeras uvas recolectadas serán las variedades tempranas, destinadas a la elaboración de vinos jóvenes sin crianza, "que han llegado a su madurez en una fecha posterior a la campaña anterior".
Las primeras variedades, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Verdejo y Moscatel, producirán los primeros mostos de la campaña de 2016 a las que le seguirán las variedades tintas y, finalmente, la recolección de las uvas de la variedad autóctona, la Pedro Ximénez. Así, cuando otras comarcas europeas comiencen su vendimia, en Córdoba se habrán obtenido ya los primeros caldos de la campaña.
En cuanto a la calidad de la uva, para Asaja será, "con toda seguridad, buena, ya que las condiciones climáticas han sido favorables para ello, por la concentración de azúcares, y la viña está muy sana en lo que a plagas y enfermedades se refiere".
Además, "las lluvias del pasado mayo pudieron afectar al crecimiento del fruto en algunas zonas, pero este extremo no afecta en absoluto a su calidad", mientras que las altas temperaturas de estos días están provocando "un valor positivo, ya que permiten una mayor concentración de azúcar en el fruto". En cuanto a los precios, "no se anticipan malos, porque se ha vendido prácticamente todo el vino del año pasado".
Por otro lado, la sectorial ha abordado "los puntos clave del nuevo sistema de autorizaciones de plantación y las próximas jornadas de la viña que Asaja ha organizado para finales de septiembre, donde, entre otras cuestiones, se tratarán las medidas de apoyo al sector vitivinícola, el presente y futuro del mercado del vino, la importancia de la Denominación de Origen en el marco Montilla-Moriles, así como los 16 años de la reestructuración y reconversión del viñedo".
Asimismo, la sectorial ha manifestado que "la Tarjeta de Viticultor que ha implantado la Denominación de Origen Montilla-Moriles es un sistema de control que era necesario por normativa y este año servirá para determinar su correcto funcionamiento".
