PONIENTE NORTE

San Rafael de la Albaida lamenta sus 50 años de aislamiento por el Ayuntamiento

Ninguno de los gobiernos democráticos ha resuelto el soterramiento de la línea de alta tensión ni del canal del Guadalmellato y algunas calles del barrio siguen en un estado lamentable

calle san rafael de la albaida
photo_camera Algunas calles se encuentran en un estado lamentable tras años sin arreglar

Medio siglo de silencio por parte del Ayuntamiento han hecho de San Rafael de la Albaida uno de los barrios de Córdoba con la reivindicación más antigua de la ciudad. "Llevamos desde que el barrio se afianzó y desde que nos constituimos como asociación vecinal, hace ya casi 40 años de esto, solicitando a todos los gobiernos que han pasado por el Ayuntamiento el soterramiento de la línea de alta tensión que atraviesa la calle que bordea el Canal del Guadalmellato", explica el responsable de Urbanismo de la Asociación de Vecinos del mismo nombre, Manuel Rivas, "pero nadie nos ha hecho caso hasta la fecha".

El portavoz vecinal se refería a los grandes pilares de cemento y metal que se plantan en medio de una calle mal asfaltada y que se asoma al canal, del que también se lleva solicitando que transcurra bajo tierra, para que deje de ser una barrera física que actúa a modo de frontera entre este barrio y el resto de la ciudad. "Ambas cuestiones van de la mano, pero por ahora nos han estado dando largas, gobierne quien gobierne, y siempre nos hemos quedados a las puertas de", relata entre irónico y paciente Rivas, quien, sin embargo, no ha perdido la esperanza de que alguien les termine escuchando y actúe.

La última vez que estuvieron a punto de que el Ayuntamiento se moviera a favor de sus demandas ocurrió hace ya siete años, pero entonces la respuesta fue un auténtico jarro de agua fría: "Nos llegaron a decir que eso no sería posible hasta que no se ejecutara la Ronda Norte, porque en un principio la idea era soterrar las tres cosas a la vez con los dineros de la plusvalía por los terrenos que hay más arriba", apuntó el presidente. Pero eso, a día de hoy, equivale a decir a muy largo plazo o bien volver a enterrar este proyecto en la memoria. Al respecto, Rivas no distinguió entre siglas políticas ni colores. "Con la cantidad de gobernantes que han pasado, nadie ha movido un dedo, y cuando empezaban a estar interesados, venían una elecciones y les movían el sillón", rememoró.

Algo similar ha ocurrido con los directivos de Sevillana, entonces, y Endesa, ahora. "Llegaron a tener el proyecto del soterramiento en las manos que les mostró el entonces responsable de Urbanismo, José Mellado, del PSOE, con presupuesto incluido, pero dejaban pasar el tiempo y la respuesta de ellos siempre era la misma: el proyecto se ha encarecido con el tiempo", abundó el representante de San Rafael de Miralbaida.

Asfaltado de las calles

Respecto del nuevo equipo de gobierno local que ha salido tras las elecciones de mayo pasado, Manuel Rivas afirma que nadie se ha puesto en contacto con ellos para conocer sus necesidades. Al menos, el portavoz de Ganemos Córdoba, Rafael Blázquez, sí ha visitado la barriada, pero ante el problema que le plantearon los vecinos respondió con sinceridad: "Nos dijo que eso estaba todavía muy lejos para ellos, porque aunque es nuevo en estas lides, se le ve con muchas ganas", apuntó el líder vecinal. Del mismo modo, Rivas aseguró que había tratado de ponerse en contacto con el actual presidente de la Gerencia, Pedro García, pero sin resultado alguno. "Nos movimos mucho pero no hemos adelantado nada", podría ser el resumen de un problema que no tiene visos de resolverse en los próximos años. Pero no es la única demanda que tienen los vecinos.

"Hace diez o doce años llegaron las empresas suministradoras de servicios, levantaron las calles para ubicarlos y las dejaron luego hechas polvo", se lamentó Rivas. En este sentido, sí recriminó directamente al gobierno popular de Rafael Merino, "ninguno de los cuales asomó la nariz por aquí en sus cuatro años de gobierno y luego llegaron los siguientes diciéndonos que nos lo iban a asfaltar, pero tan sólo parcheaban las calles". Al menos, el presidente vecinal reconoció que cuando volvió IU al poder se asfaltó la calle que da nombre al barrio, pasando a ser peatonal, "y quedó muy bien, pero con dos torretas de alta tensión justo en medio", pero cuando iban a continuar con la siguiente volvieron a perder las elecciones y durante cinco años han vuelto a sentirse olvidados.

La idea ahora es exigir al Ayuntamiento el asfaltado del barrio, "por lo que Amparo Pernichi debería arreglar nuestras calles, que son dos euros y nos tendrían contentos", explicó Rivas, quien apuntó al parque cardiosaludable como única acción municipal en los últimos años. Un parque levantado en terreno agrícola que no hay quien se entre en él cuando llueve y que "los vecinos hemos bautizado como Parque Deprimente".