‘El Jardín de Elena’ aúna arte y botánica en un solo clic

El proyecto, impulsado por la Fundación Descubre, ofrece un paseo virtual y simbiótico entre los jardines botánicos de Córdoba y Málaga y el museo Carmen Thyssen de esta misma ciudad

El jardín de Elena
photo_camera Javier Gutiérrez del Álamo, Amparo Pernichi y Teresa Cruz en la presentación del proyecto 'El jardín de Elena'

‘El jardín de Elena’ no sólo tiene plantas. Quien lo visite descubrirá que el arte florece en él de la mano de diversas pinturas en las que la botánica tiene gran protagonismo. Todo ello en un proyecto, impulsado por la Fundación Descubre, cuya aplicación móvil se ha presentado hoy y en la que interactúan los jardines botánicos de Córdoba y Málaga, y el Museo Carmen Thyssen de esta última ciudad.

La intención, según señala la presidenta del Instituto Municipal de Gestión Medio Ambiental Real Jardín Botánico de Córdoba, Amparo Pernichi, no es otra que la de “sacar el jardín a la calle, que el conocimiento científico no quede limitado de puertas adentro. Es una herramientas más en el marco de la divulgación del Botánico que se suma a otras actividades como el autobús take away”.

En el proyecto, que tardó en germinar dos años, trabajaron cinco biólogos, seis divulgadores, cuatro tecnólogos y tres historiadores del arte

Por su parte, Javier Gutiérrez del Álamo, director técnico del Jardín Botánico malagueño, calificó esta iniciativa de novedosa y singular, y, en su opinión, es fruto “del gran amor que siente Córdoba y Málaga por sus plantas”, al tiempo que remarcó que los dos jardines participantes son los más importantes de Andalucía, lo que se ha plasmado en los cuadros de muchos artistas.

De este modo, esta ruta que aúna arte, botánica y tecnología, tendrá su expresión presencial, pero también virtual, mediante la aplicación móvil que ya puede descargarse y a través de la plataforma a la que se puede llegar desde cada una de las webs de las instituciones participantes en este proyecto. En ellas, se puede acceder a un paseo virtual en una panorámica de 360 grados que nos lleva, por ejemplo, desde la Plaza Elena Moreno del Jardín Botánico cordobés, al cuadro La Buenaventura de Julio Romero de Torres, expuesto en el Thyssen malagueño, con el naranjo como hilo conductor.

Dos años de trabajo

En este proyecto, según explica la directora de la Fundación Descubre, Teresa Cruz, han trabajado durante dos años cinco biólogos, seis divulgadores, cuatro tecnólogos y tres historiadores del arte, en un diálogo “a veces complicado” entre arte y ciencia, que pone en valor y amplía el proyecto que en su día desarrolló Elena Moreno Barroso (de ahí el nombre de la iniciativa) en el Jardín cordobés, extendiendo sus posibilidades.

De hecho, según ha informado Pernichi, la idea es ampliar la herramienta facilitada por la Fundación Descubre al Museo Arqueológico, Medina Azahara y el Museo de Bellas Artes de Córdoba.

Esta nueva herramienta podría ampliarse al Arqueológico, Medina Azahara o el Bellas Artes

La visita al Jardín de Elena permite detenerse en ocho obras de arte vinculadas a 16 rincones pertenecientes a los dos jardines botánicos. La selección de las obras y de los rincones o especies a reflejar ha respondido, por una parte, a que las primeras fueran cuadros de especial relevancia para el Museo y que este tuviera especial interés en divulgar; por otra, no limitarse solamente a especies vegetales, sino también a rincones o ambientes del propio jardín que ofrecieran además un recorrido por el mismo.

Porque la intención última no es otra que la de que los ciudadanos se acerquen al Jardín y al Museo desde todas las perspectivas posibles. “Es un producto singular de turismo científico que muestra que la ciencia puede aportar innovación y puede convertirse en un caladero de trabajo para científicos jóvenes que desarrollan nuevos productos”, destaca Teresa Cruz.