La Asociación Vecinal San Acisclo de Valdeolleros del Distrito Norte-Sierra ha solicitado, a través de un comunicado, "una actuación coordinada de todo el Ayuntamiento y del movimiento vecinal para salvar a los centros cívicos de su desmantelamiento y desaparición".
Y es que, según indica su escrito, han sido muchos los años y el esfuerzo para que los servicios, equipamientos o actividades que albergaban sus instalaciones se hayan consolidado antes de la pandemia, para que ahora "tiremos por la borda y hayan desaparecido hasta llegar a un punto en que se han convertido en espacios vacíos y sin sentido".
Así, la lucha que empezó hace 35 años por lograr una descentralización real del Ayuntamiento y conseguir tener un punto de encuentro de vecinas y vecinos o unos equipamientos al servicio de la ciudadanía en general "ha ido perdiéndose".
En este sengtido, "la pandemia no puede seguir siendo excusa para continuar con la grave crisis que azota a estos equipamientos tan necesarios en nuestros distritos y barrios y que posiblemente no recuperen jamás lo conseguido", aáde la nota. Por otra parte, la inoperancia para la reactivación de las juntas municipales propicia este horizonte tan desolador.
Por contra, Valdeolleros afirma mostrar su "total acuerdo" con el escrito elaborado por el Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), centrando el problema, que "no puede ser más desalentadora y preocupante", en el Centro Cívico Norte. Allí ha desaparecido la oficina de atención al ciudadano, sustituida, en algunos centros, por oficinas de apoyo al registro, absolutamente insuficientes.
De igual modo, la biblioteca sigue abierta a tiempo parcial por falta de personal, mientras que la técnico de Participación Ciudadana ha pasado a cubrir dos o tres distritos, y la alejan del territorio al trasladarla a la Escuela de Participación y cambiar el modo de trabajo.
Además, las promotoras de igualdad, y el personal de juventud o de desarrollo económico casi han desaparecido definitivamente, la "Policía de Barrio o de Distrito es sólo un recuerdo", los equipos de asuntos sociales viven al margen de la participación ciudadana ason escasos y sin el respaldo suficiente para cubrir las necesidades. Finalmente, la falta de ordenanzas pone en peligro la apertura de los centros cívicos y los hay ya cerrados o que se abren sólo a demanda en horario parcial.
