Pues sí que había prisas. Dicho y hecho. Las máquinas han empezado a derribar a mordiscos (literal) la estructura del antiguo edificio de Muebles Martínez... Un día antes, incluso, de que la comisión de licencias de la Gerencia Municipal de Urbanismo se reúna para concederla. Aunque eso no es del todo cierto. Según han informado desde la GMU, la empresa tenía ya licencia concedida de primera fase.
En cualquier caso, una urgencia curiosa cuando hace menos de seis meses que las promotoras Flatgest e Inmoclover solicitaron el permiso para convertirlo en polvo, escombros y metales retorcidos y transformarlo en una bonita promoción que lavará la cara a la Avenida de El Brillante.
Un denso polvo blanco visible desde esa misma avenida, hacia donde mira la fachada del emblemático edificio (que no se ha tocado hoy), y desde la Avenida Gran Capitán, a su espalda, alertaban de que allí se estaba llevando a cabo una actuación de consideración.
Una inmensa máquina de Demoliciones Córdoba, a modo de monstruoso tiranosaurio de metal despedazaba poco a poco al edificio a dentelladas medidas, arrancando con cada una de ellas gruesas varas metálicas que semejaban huesos y parte del cemento y el ladrillo como carne pegados a ellas. Sin prisa. Un festín en el que la bestia era la única comensal.
La actuación ha atacado por el momento la parte trasera del inmueble situada en la calle Abderramán III y que servía de almacén a la tienda, pegado a otro solar que lleva vacío desde hace años. Allí es donde se supone que irán los patios privados y centrales en las zonas comunes, la piscina comunitaria, el gimnasio y el solárium del proyecto. En lo que es la tienda se levantará el grueso de la promoción e viviendas propiamente dichas.