Distrito Levante

La Policía Local detiene a una mujer y a su hijo tras una reyerta con armas blancas en El Marrubial

Ambos se encontraban muy alterados e increparon, empujaron y finalmente golpearon a un agente en la cara por lo que fueron denunciados y enviados a dependencias policiales
Cuatro coches de la policía acudieron al aparcamiento del Mercadona del Marrubial
photo_camera Cuatro coches de la Policía acudieron al aparcamiento del Mercadona del Marrubial

Una mujer de unos 50 años, así como su hijo, de aproximadamente 20 años, fueron detenidos en la madrugada del sábado al domingo por agresión y obstrucción a la Policía Local después de que tuviera lugar una reyerta entre jóvenes en los Jardines de Los Poetas, en la que salieron a relucir armas blancas y hasta una catana.

Según fuentes consultadas por este periódico, en torno a las 00.30 horas de la madrugada del día 8 al 9 se recibió un aviso de que en la zona de El Marrubial, frente al Mercadona, dentro y fuera de los Jardines, se estaba produciendo una reyerta entre varios jóvenes. Hasta el lugar se desplazaron dos unidades si bien no pudieron localizar a nadie, ya que los jóvenes se dieron a la fuga cuando notaron la presencia policial.

No obstante, y con las descripciones de algunos de los participantes, los agentes dieron varias vueltas por la zona y en una de ellas localizaron detrás de unos árboles dos bolsos con móviles y documentación de dos menores de edad, concretamente de 16 años, que habían participado en la reyerta.

Esta circunstancia se supo cuando los agentes respondieron finalmente a las insistentes llamadas que estaba realizando los propietarios de los móviles desde los teléfonos de amigos y de una novia de uno de ellos. Finalmente, se concertó una cita con ambos en en el parking del Mercadona y ambos se presentaron acompañados de dos chicas.

Los dos chavales explicaron que la reyerta se había producido con otros jóvenes de la zona Sur de la ciudad que habían ido a buscarlos por antiguos enfrentamientos. La Policía entonces hizo las gestiones pertinentes para localizar a los padres de los dos menores, y mientras tanto, a modo de apoyo, se personó una patrulla policial de paisano que había oído el aviso de la reyerta.

Como uno de los jóvenes mostraba signos de agresión en uno de sus ojos, ambos señalan que quieren presentar denuncia contra los otros, a pesar d que se les informó en todo momento que ellos también iban a ser denunciados por participar en una pelea en vía pública creando inseguridad.

A la espera de acontecimientos, se presenta en el lugar una mujer de unos 50 años, acompañada de un joven, que resultó ser su hijo, señalando que es pariente de uno de los agredidos y que se los quiere llevar consigo sin aportar datos de ningún tipo. Los agentes le responden que no puede ser y la mujer responde de forma irrespetuosa indicando que la pelea era cosas de jóvenes, pero que se querían ir ya de ahí.

Posteriormente, aparece la madre del que mostraba un golpe en el ojo, y se identifica como tal, si bien la otra mujer, que aseguraba ser la tía de uno de ellos, le pide y le insta que ni se identifique ni diga nada. Durante todo el proceso, siempre según las mismas fuentes, la mujer de 50 años continua con una actitud de faltar al respeto a los agentes e interfiriendo en la toma de datos, por lo que es advertida que puede ser denunciada por falta de respeto y obstaculizar la labor de los agentes.

En esto que su hijo, que estaba muy alterado, empieza a increpar a los policías y a uno de ellos le pide el numero de placa a la que intenta hacer una foto. Otro de sus compañeros interfiere entre ambos y el joven le empuja. Se produce un posterior forcejeo en el que la mujer también interfiere empujando al agente. Al final se le consigue sacar los datos para denunciarla por su actitud. 

Y cuando ya parecía que todo había acabado y se estaban marchando, la mujer al pasar junto al agente con el que se produjo el forcejeo le propina un fuerte golpe en la cara que le deja una marca. En vista de los acontecimientos, la mujer fue detenida mostrando una fuerte resistencia, al igual que su hijo, quien se lanzó hacia los policías que estaban deteniendo a su madre y tuvo que ser reducido para esposarlos a ambos y trasladarlos a las dependencias policiales en calidad de detenidos.