El Ayuntamiento ha dado por fin con la tecla jurídica para poder involucrarse con las mal llamadas zonas privadas de uso público que salpican la capital cordobesa y que afectan en torno a 50.000 vecinos y vecinas (un poco más que la actual población de Lucena para hacerse una idea). Y en este caso involucrarse significa hacerse cargo de su mantenimiento sin tener su propiedad.
Para ello, y gracias a la intensa labor de meses realizada por José Alberto Alcántara Leonés, titular del órgano de apoyo a la Junta de Gobierno Local (JGL), como ha querido destacar el alcalde, José María Bellido (PP), se aplicará un modelo de convenio marco o tipo y luego con cada comunidad de propietarios, mancomunidad o unión de mancomunidades se elaborará un convenio específico, con su propio plan de ordenación interna y su plan de actuación. Eso, al menos, "es lo que se va a aprobar el próximo lunes en Junta de Gobierno Local", ha indicado el regidor.
Y es que en Córdoba hay muchas zonas que son abiertas al paso del público, con sus jardines, su acerado y su luminaria que pertenece a las comunidades de propietarios de los bloques que los rodean, lo que significa que históricamente la vecindad asume todo el mantenimiento de las zonas: Cuidado de jardines, reposición de aceras, sustitución de luminarias, mobiliario urbano o pintado y eliminación de grafitis. Las principales se e¡encuentra en Miralbaida, Parque Figueroa, Sector Sur, San José Obrero-Santuario, Ciudad Jardín, Virgen de Linares, La Paz y Santa Victoria, Parque Cruz Conde, Avenida del corregidor o Fidiana.
Precisamente por ser una demanda histórica, de en torno a un cuarto de siglo, más o menos, los diferentes gobiernos locales se han visto impedidos de encontrar la fórmula jurídica válida y adecuada y ahora, por fin, se ha conseguido, basada en abundantes meses de estudio sobre jurisprudencia del Tribunal Supremo, así como de las normativas de otras ciudades y comunidades autónomas hasta llegar a una conclusión para que el Consistorio pueda sufragar los gastos de mantenimiento de esas zonas.
Ahora "tendremos que detallar con cada comunidad que quiera un proyecto de actuación concreto para sus zonas comunes y con la incorporación de esas zonas al mantenimiento de todo tipo", y eso incluye limpieza viarias y vaciado de papeleras por Sadeco, mantenimiento de jardines, sustitución de pavimentación del suelo o pintadas que no estén en fachadas de edificios. "Es decir, todo lo que se hace en cualquier calle de Córdoba en mantenimiento", ha indicado Bellido.
De este modo, se persigue, por un lado, solventar una situación histórica de hace 40 o 50 años, además de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de estos barrios para que esos espacios estén mejor mantenidos, más limpios y verdes y que luzcan más".
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinal Al-Zahara, Antonio Toledano, ha señalado que primero habrá que saber con exactitud qué zonas como ésas hay en la ciudad y plasmarlas en un mapa, "y con esta fórmula se va a aclarar bastante bien", en cuanto las comunidades de propietarios opten por una de las dos fórmulas de convenio que hay: Una procedente de Fuensanta y otra de Parque Figueroa.
Esas fórmulas las ha detallado el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), Juan Andrés de Gracia. "Llevamos trabajándolo desde el PGOU de 2001 pero comenzó a gestar en 1996, y los primeros documentos elaborados al respecto son del 1997 o 1998 hasta que por fin se logró incorporar al PGOU una fórmula que ahora se ha podio concretar".
Igualmente ha recordado que hace siete años se produjo un avance con un informe en el que se ratificaba lo que indicaba al respecto el movimiento ciudadano que era posible y ahora se ha conseguido. En su opinión, no obstante, habría que aclarar que "no son zonas privadas y no se pueden cerrar; ese término debe desaparecer, y son zonas de propiedad comunitaria, es decir no son de propiedad municipal, que no es lo mismo".
De cara a los convenios, De Gracia ha expuesto que hay dos modelos fundamentales. Por un lado, como indica el presidente de la Asociación Vecinal Parque Figueroa, Francisco Muñoz, "haciendo de estos barrios un barrio más de la ciudad , por tanto, ya no tendríamos que ir a un Pleno para cortar un pino comino ha ocurrido". El otro modelo, es más complejo, y nace en Santuario, donde la vecindad tiene la iniciativa de cuidar los jardines por sí mismos y quieren ver si hay una fórmula legal para que puedan seguir haciéndolo, al tiempo que el Ayuntamiento colabore como vea conveniente.
Para acceder a estos convenios, las comunidades de propietarios deben solicitarlo, pero también han de comprometerse a aceptar la ordenación interna que establece la GMU. Esto es así, porque si quisieran podrían eliminar los espacios verdes y establecer aparcamientos, como ha ocurrido en Carlos III o en 28 de Febrero. Además, han de comprometerse a seguir actuando como si esa zona fuera deliberé paso.
"Los convenios son de cuatro años prorrogables, aunque las comunidades pueden dar marcha atrás no renovando el suyo", ha indicado el alcalde, quien ha añadido que "el gasto para el Ayuntamiento será alto", si bien a día de hoy no está cuantificado.
