Con el "caos" campando a sus anchas en materia turística desde hace dos años y medio, la portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Paula Badanelli, no ha tenido pelos en la lengua a la hora de solicitar "la disolución" del Instituto Municipal de Turismo (Imtur), por las "graves irregularidades que estamos detectando en la adjudicación de contratos menores que acabarán en el juzgado".
Para Badaneli el plazo e tiempo es más que suficiente para que el alcalde, José María Bellido (PP), adopte una decisión al respecto e "incluya en los Presupuestos de 2022 la disolución del Imtur". Para la líder local de Vox se trata de un "chiringuito que no cumple una función más allá de dilapidar el dinero de los cordobeses", por tanto, siempre según su opinión, debe desaparecer "para que la ciudad siga avanzando y se acaben los tejemanejes".
Esa disolución implicaría que sus trabajadores pasaran a integrar la plantilla del Ayuntamiento y que su gestión pasará directamente a manos de los servicios centrales para que el control estuviera en la "casa madre".
Se trata de la opción de Vox para no solicitar tampoco un cambio de gobierno, ya que este área está en manos de Isabel Albás (Cs), y se ha gestado durante la jornada de ayer, cuando han comenzado las primeras reunones para begociar los presupiestos de Hacienda con Vox. "No se ha cumplido ni uno de los compromisos adoptados con Vox en 2019, 2020 ni 2021, y esperamos más seriedad para 2022".
Por lo pronto, según Badanelli, el alcalde parece "dispuesto a aceptar" esa posibilidad, porque ve que "supondría un ahorro para los cordobeses", y "no es tampoco ajeno a las continuas denuncias de la oposición, porque la situación se está yendo de madre".
