¿Conoces la página de Facebook Soy cordobés/sa? En tan sólo tres años ha logrado aunar en torno a ella más de 39.200 seguidores, la inmensa mayoría, probablemente en un 90 por ciento, cordobeses repartidos por medio mundo (o más bien en su totalidad) y el resto de gente que vive en la provincia.
Unas cifras que ya de por sí asombran, pero que esconden detrás una curiosa historia sobre un trío amoroso formado por dos personas y una ciudad de la que ambos se acabaron enamorando perdidamente.
Elu Heredia Gómez nació hace unos 60 años en la aldea de Doña Rama de Belmez, pero con sólo un arito de vida su familia se trasladó a la capital del reino donde vive desde entonces. Eso no le ha impedido regresar de cuando en cuando al Guadiato a visitar a la familia y como mucho a los pueblos de los alrededores, "pero tenía el resquemor de no conocer la capital cordobesa, porque para mucha gente de los pueblos Córdoba es un lugar donde ir a hacer papeles o para ir a los médicos, pero no la ven como una ciudad de visita", relata la mujer.
¿Quién me sirve de cicerone?
Su inquietud por la capital califal fue creciendo a medida que se relacionaba con otros miembros de la diáspora cordobesa a través de las redes sociales, grupos y páginas de Internet. y un buen día se decidió: "Lancé el mensaje de que quería ir a conocer Córdoba para ver si alguien quería actuar de cicerone". Hasta 15 personas se ofrecieron, pero ella optó por Rafael Gómez Ruiz, por afinidad en la edad y porque en ese momento estaba en paro y con mucho tiempo para dedicárselo.
"La primera vez que la vi fue en la estación, aunque ya nos conocíamos en la distancia a través de grupos", explica él. Y ese mismo día, un 28 de octubre de 2013, Puente de Todos los Santos, comenzó una frenética visita de cuatro días conociendo a fondo la ciudad, desde las ocho de la mañana hasta la medianoche, cuando ella regresaba al hotel del antiguo convento de la calle Rey Heredia, en la que en realidad fue el guía quien acabó aprendiendo y sorprendiéndose de lo que tenía ante sus ojos, a pesar de que lo tenía a la vista siempre que quisiera.
"Con ella empecé realmente a descubrir la ciudad y a preocuparme por la Mezquita o la Calahorra o por las múltiples callejuelas que inundan esta ciudad y merecen la pena ser conocidas sin prisas", explica Rafael.
Doble enamoramiento
El problema fue que cuatro días supieron a poco. "Me enamoré a primera vista de la ciudad y de él a segunda vista"; y algo de verdad había en estas palabras cuando Rafael a la menor ocasión optó por devolver la visita y a los 30 días dejó su casa de La Magdalena para ir a vivir con ella en Madrid.
Poco después, en febrero de 2014 crearon la página de Facebook, que a día de hoy tiene seguidores de Australia, Europa al completo, América del Norte y del Sur y hasta África. "Tenemos a cordobeses repartidos por todas partes y, a tenor de los comentarios que añaden en las imágenes que publicamos añoran enormemente la tierra", explica Rafael.
"Creo que servimos para aportar nuestro granito de arena y hacer que muchos de ellos se decidan a volver 30 o 40 años después de dejar la ciudad y nos lo hacen saber de inmediato, porque se sorprenden de cómo está la ciudad a día de hoy y de cómo la dejaron", añade Elu.
No hay día que no se publiquen imágenes nuevas, especialmente de colaboradores incansables y que participan muy activamente en otros muchos lugares relacionados con la Córdoba española, como es el caso de Juan Manuel Ruiz Mejías. Ni hay día en que "no recibamos entre 50 y cien mensajes pidiéndonos recomendaciones de lugares a los que ir, restaurantes donde comer, lugares donde dormir... Llevamos la ciudad a todos los rincones del mundo", explican ambos con orgullo. Y ese incesante y diario boca a boca es el que ayuda a que esta ciudad siga siendo universal y única.
