Está claro que ni llueve nunca a gusto de todos ni para todo el mundo el ocio implica diversión. Según un comunicado remitido a este periódico esta misma mañana, bajo el título de 'Cruces discotequeras', la Asociación Vecinal La Axerquía ha denunciado la situación en la que se encuentra el Centro Histórico con motivo de la pasada fiesta de las Cruces de Mayo. "Esta celebración en nuestros calles nada tiene que ver con las que se celebraban en otros tiempos y que algunos barrios conservan, como el Parque Cruz Conde o San José Obrero", indican en la nota, ya que "allí, la organización vecinal colabora, trabaja y hace posible que la expresión de la fiesta se convierta en convivencia y encuentro vecinal".
Al parecer de los vecinos, en el Centro Histórico la "Cruz apenas se ve", y la culpa de ello es que no se trata de un monumento floral con una barra, sino que "ahora, a una barra de grandes dimensiones se le añade una Cruz". Por este motivo, la Asociación Vecinal La Axerquía considera que el objetivo de esas Cruces "es el consumo de alcohol, la ganancia y el lucro". El problema real es lo que acompaña a ese concepto: "Un gran despliegue de medios con un volumen altísimo y por la noche", transformando las Cruces en "discotecas en plena calle", donde los "jóvenes por los alrededores hacen botellón, tras la borrachera miccionan en los portales, se dedican a llamar a los porterillos y gritar hasta altas horas de la madrugada". Una situación sobre la que "las vecinas y vecinos estamos hartos", anda el comunicado.
La moda de las despedidas de soltería
La queja vecinal se amplía al hecho de que concretamente en el barrio de La Axerquía se ha unido "una nueva moda", que son las despedidas de soltero. Así, por allí cruzan "bandas uniformadas con licencia para desmadrarse, para las que, además, las Cruces discotequeras se convierten en un escenario ideal".
Apuntado el problema, los vecinos de La Axerquía se preguntan si éste es el tipo de turismo que requiere y necesita la ciudad o si con este tipo de actividades hay que sacrificar la vida del vecindario en favor de un "máximo beneficio". Frente a eso, hacen un llamamiento a los "garantes públicos" para que pongan remedio "a estos males", que, en palabras suyas, afectan sobre todo a las personas mayores, la infancia, las personas con discapacidad y los que tienen menos recursos en un barrio que tiene un serio problema de despoblamiento.
