Tu Abandono Me Puede Matar

Segundo incidente en la Prisión en 24 horas con intento de agresión grave por un interno peligroso

Se fabricó un arma punzante y de grandes dimensiones con el cristal de la iluminación de la celda y cubrió el suelo con agua y jabón para que los funcionarios resbakaran
El arma cortante que llevaba el recluso para atacar a los funcionarios
photo_camera El arma cortante que llevaba el recluso para atacar a los funcionarios

Dos incidentes demasiado seguidos el uno del otro durante el pasado fin de semana en la Prisión de Alcolea. Al intento de motín por parte de dos reclusos del conflictivo Módulo 10 el pasado sábado se le uno un intento de agresión grave por parte de otro interno peligroso el domingo., según ha vuelto a informar a través de un comunicado la asociación de trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar.

El suceso tuvo lugar en esta nueva ocasión en el Departamento de Aislamiento, donde se encuentran los internos más peligrosos e inadaptados al régimen ordinario de vida en prisión.

Así, el domingo, después del reparto de la cena, un interno FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) CD (Control Directo), ubicado en ese departamento, con un amplio historial de incidentes regimentases a sus espaldas, todos ellos muy graves, y una gran trayectoria delictiva, preparó la celda para intentar agredir gravemente a alguno de los funcionarios del turno de trabajo.

Para ello, primero rompió el cristal de iluminación de la celda, a fin de fabricarse con él un arma punzante y cortante de grandes dimensiones. Posteriormente inundó la celda con agua y jabón esparcido por el suelo con la idea de que los funcionarios resbalen, caigan y así poder atacarlos con facilidad. Un truco que últimamente se está utilizando mucho en las prisiones.

Tras un largo plazo de tiempo intentando negociar con él, y viendo que su agresividad iba en aumento, los funcionarios se equiparon con el material autorizado para estos casos, bajo amenaza de muerte por parte del interno para el primer funcionario que entrara en la celda, que, por cierto, es de pequeñas dimensiones.

Al ver que el interno seguía en actitud agresiva y con el fin de solventar la situación, los funcionarios entraron en la celda y fueron recibidos con un cubo de agua lleno de lejía, que podía haberles causado daños oculares muy graves y con un arma cortante de grandes dimensiones preparada para atacar.

Estado en que quedaron los pantalones de los funcionariso con la lejía

"Con motivo de esta intervención hay varios funcionarios lesionados con contusiones en manos, piernas y espalda aparte del daño psicológico que produce este tipo de situaciones y que nunca se tienen en cuenta y que pueden ser muy graves", señala el comunicado.

La situación se solventó finalmente cuando los funcionarios, a pesar de poner en grave riesgo su vida debido a la corpulencia, fuerza y gran violencia del recluso armado, lograron arrebatarle a duras penas el arma cortante y consiguieron reducirlo, a pesar también "de la deficiente formación que reciben para este tipo de situaciones".

"Una vez más, como tantas otras que no salen de los muros los funcionarios resuelven la situación, a pesar de poner en riesgo su propia vida. Son los verdaderos protagonistas que mantienen las prisiones a raya para que no exploten, sin medios, con una plantilla mermada y envejecida, con una formación casi inexistente, sin la condición de autoridad que se nos ha negado varias veces y a ello se añade situación actual del Covid-19, se convierte en una autentica bomba de relojería de cualquier prisión de España. Una vez más gracias a los trabajadores penitenciarios por estar haciendo una gran labor en la sombra, tras los muros", indica la asociación Tu Abandono Me Puede Matar.