Toda promoción tiene a su número uno. Su campeón, que en este caso es campeona. María Victoria Nevado Moreno, cordobesa de la capital y una de las cuatro mujeres que hoy han ocupado de forma oficial su puesto como agente de la Policía Local de Córdoba.
Ha sido la encargada de hablar en nombre de todos sus compañeros en el acto oficial celebrado esta mañana en el salón de actos de Orive y ha tenido palabras de agradecimiento para todos los que han participado en la formación de los y las nuevas agentes, especialmente su instructor de tiro, recientemente desaparecido, lo que ha supuesto un duro golpe para todo el cuerpo.
Nevado asegura que la vocación policial le nació tarde. De hecho, Iba para profesora. "Terminé la Licenciatura, para geografía e Historia tuve que preparar unas oposiciones y dio la casualidad de que entonces me encontré en el gimnasio, porque hago mucho deporte, a un compañero que está también conmigo en esta promoción y me animó a presentarme las plazas de Policía".
En cuanto empezó a internarse un poco en lo que había en la Policía Local le animó, especialmente por algunos departamentos como Menor o Mujer. "Me gusta ayudar a la gente y dar ejemplo y me animé viendo cuál era el temario", señala, para indicar que en su caso y ya una vez que había empezado a estudiar se topó de bruces con dos barreras: La edad y la altura. Felizmente para ella, se rebajó del 1,75 metros iniciales a los 1,70 y se abrió el abanico de edad, por lo que pudo retomar los estudios.
María Victoria Nevado es una opositora nata reconocida. Pasó el bache de la crisis de 2010, que provocó un vacío tremendo en materia de convocatorias, ya que ningún municipio sacaba plazas de ningún tipo. En cualquier caso, su constancia ha sido su mayor fuerza, y al mismo tiempo su principal dificultad. "Seguir un ritmo constante, sacrificar muchas situaciones de amistad, familia y circunstancias de la vida te hacen pensar a lo largo del camino si me merecía la pena seguir o dudar de si podría llegar a la meta".
Pero es que si te pasas la vida entera estudiando (ahora empieza a ser comprensible que haya quedado la primera de la promoción), el mero hecho de alcanzar la meta te puede dejar descolocado. "Esto es como cortar de golpe y de forma radical con todo lo anterior y retomar la vida desde cero, y cuesta un poco; por eso al alcanzar mi sueño estoy contenta, pero me falta esa otra constancia que suponía hincar codos todos los días".
De todos modos, esa curiosa sensación se ha disipado hoy con la emoción sentida al recoger la placa que le entregaba el alcalde, José María Bellido (PP).
Nevado es cordobesa, y como ella otros 40 de la promoción, que proceden de Lucena, Santaella, Puente Genil y otros municipios de la provincia. Otros 10 son de fuera, Cádiz, Lepe o Almería, pero la totalidad de la promoción es andaluza y han experimentado una de las convocatorias más raras que ha habido nunca, por culpa de la pandemia.
"Teníamos los nervios ya a flor de piel con el primer ejercicio tras mucho tiempo de preparación y de la noche a la mañana nos dicen en el Telediario que no va a ser posible", explica. Y es que el 14 de marzo se decretó el Estado de Alarma y ese examen tenía que celebrarse seis días más tarde. "Estábamos con la incertidumbre de si íbamos a hacer el examen o no, porque parecía que se acababa el mundo y fueron momentos muy complicados con el esfuerzo grande que supone hacer una oposición de tantos años".
Ahora sólo les queda "proteger, servir y ayudar" a sus conciudadanos, como ella misma ha indicado en su discurso, en el que, por cierto, ha mencionado a Honoré de Balzac para hacer suyas las palabras "Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la Policía es eterna" con las que ha definido a su nueva familia.
