El nombre de Diego Rodríguez Lucero está asociado a Córdoba como uno de los más ilustres protagonistas de la historia local de la infamia. Nacido en Moguer en torno a 1440, recaló en Córdoba, donde fue el responsable de varios autos de fe, el más importante de ellos precisamente el que recordamos, un 22 de diciembre de 1504. Lucero fue inquisidor de Córdoba de 1499 a 1507.
Previamente Lucero ya había organizado varios autos donde muchos cordobeses perdieron la vida quemados vivos, pero se considera que el del 22 de diciembre fue el mayor conocido, ya que 107 personas fueron asesinadas. Muchos historiadores lo conosideran el mayor autor de fe que se ha producido.
El lugar escogido fue la Plaza de la Corredera y la excusa que se trataba de falsos conversos, es decir, judíos que habían fingido su paso al catolicismo pero seguían practicando la religión judía de forma oculta. Como recoge la 'Revista de Historia Moderna' haciendo referencia a unos estudios de Rafael Gracia Boix:
quando quemó los 107 hombres (se refiere a Lucero), yban los 13 llamando a Dios y a la Virjen que los perdonase y diciendo que jamás tal pecado de erejía cometieron, y llamauan escribanos que les diesen testimonio como morían Cathólicos Xriptianos y en la Fee de JesuChristo
Los excesos de Lucero derivaron en que dos años después una multitud asaltó el Alcázar, liberando a cientos de presos. Lucero tuvo que huir por la puerta de atrás de la fortaleza en una mula. La suerte le sonrió al contrario que a la de sus víctimas, pues a pesar de todo fue nombrado canónigo y enviado de nuevo a Granada, donde ya había pasado periodos anteriores.