El Coronavirus. Una palabra que se fue extendiendo como la sombra a lo largo del mundo a gran velocidad, desde que en China comenzó a hablarse de estos extraños casos en 2019. Desde Europa se miraba de reojo hacia Oriente y se pensaba que era una enfermedad de carácter interno que debían solventar los propios chinos y que era inevitable que 'algunos casos' saltaran fuera del país como pavesas de una hoguera para extinguirse a los pocos días.
No fue hasta que la bautizada como Covid-19 se cebó con Italia, ahí al lado como quien dice, ya en 2020 cuando empezaron a saltar las alarmas y el temor a que lo que empezaba a ser una pandemia pudiera llegar al interior del país. Porque había muertos y ésas son palabras mayores..
Precisamente de allí, del país que fue centro del mundo conocido, tuvo su origen el primer caso de infectado que se conoció en Córdoba, otra capital mundial con la cultura Omeya.
Curiosamente, días antes periodistas y el propio alcalde, José María Bellido (PP), nos dimos cuenta de que la cosa 'iba en serio' porque se nos impidió la entrada a un congreso que se estaba celebrando en el Palacio de la calle Torrijos,en el que se habían adoptado absolutamente todas las medidas de seguridad que se conocían por entonces, con aforo presencial muy limitado, material para seguimiento telemático, algunas mascarillas y algo de gel para desinfección de manos.
El alcalde venía a la inauguración y su sorpresa fue al vernos a todos congregados a las puertas del Palacio de Congresos. Su rostro se volvió francamente serio cuando le explicamos la situación. No en balde él tenía que entrar dentro, pero dijo que afortunadamente Córdoba estaba siendo respetada por la enfermedad. Dicho sea de paso, la vecina Málaga, una localidad con una bulliciosa actividad turística, había sido tomada al asalto por el Coronavirus y la cifra de infectados aumentaba a marchas forzadas.
El primer caso apareció en Sevilla el 26 de febrero. La siguiente en dar la cara fue Málaga, con cuatro casos de golpe un día mas tarde. El día 28, Almería se estrenó con un caso y Jaén también. En Cádiz apareció el primer caso el día 7 de marzo y por entonces aún resistían Córdoba, Granada y Huelva (que dejó de ser virgen en este tema el día 9).
Finalmente, a la provincia de Córdoba llegó como una losa la noticia del primer caso el día 10, y hasta Granada, la última en caer, no se detectaron casos hasta el día 12, con 13 casos de golpe y porrazo hasta convertirse en una de las zonas con más problemas con la pandemia, probablemente por su intensa vida universitaria y de calle.
De Córdoba se dijo que el caso de Covid-19 era de un italiano, que había llegado a ver a su novia, una Erasmus, ahora de vuelta a su país. Al día siguiente aparecieron dos casos, también en la capital y pasaron a ser tres el día 12. Previamente, la provincia estaba muy pendiente del grupo de Erasmus cordobeses (unos 170 de la UCO) que estaban en Italia y que fueron regresando a su tierra natal, el primero de ellos el día 5 de marzo.
Desde entonces la progresión ha ido en aumento, pero no fue hasta el día 13 de marzo cuando la preocupación pasó a ser miedo de verdad cuando se registraron los dos primeros muertos directamente relacionados con esta enfermedad en Málaga el día 13, cuando esa provincia ya tenía detectados 128 casos; 29 tenía Sevilla; 34 eran de Jaén; 22 de Granada; 21 en Cádiz; 18 de Córdoba; 13 en Almería, y cuatro en Huelva (la única provincia donde la progresión se ralentizó y donde la incidencia no ha sido tan importante como en el resto). En total, 269 casos para toda Andalucía. La cosa no había hecho más que empezar.
