En el recuento, que se presentó en el pasado mes de diciembre, se constataba que apenas hay un 17% de personas diagnosticadas oficialmente con problemas mentales (y por tanto sometidas a intervención y tratamiento médico), cuando la realidad es que según detectan los profesionales de la Unidad de Calle que diariamente atienden a las personas sin hogar, así como los de distintas entidades del tercer sector que les atienden en los centros de día, hay un porcentaje mayor de personas que presentan problemas mentales, agravados de manera frecuente por alguna drogodependencia y/o alcoholismo.
Todas las partes presentes en la reunión han coincidido en que si las personas sin hogar suelen ser poco predispuestas a acudir a recibir un tratamiento adecuado. Por ello, y a la vista del aumento de personas sin hogar en la ciudad que también se puso de manifiesto en el citado recuento, tanto el Ayuntamiento como la Junta han apuntado a la conveniencia de modificar a corto plazo el protocolo de actuación y favorecer la aproximación y el acercamiento de estas personas a los recursos para una debida atención sanitaria.