NATURALEZA URBANA

¿Sabían que en la ciudad de Córdoba hay cinco tipos distintos de serpientes?

Un estudio revela que en la capital cordobesa incluyendo el Campus de Rabanales hay 15 especies de reptiles y 9 de anfibios
Culebra de agua
photo_camera Culebra de agua

El Jardín Botánico señala que en la ciudad de Córdoba (incluyendo el Campus de Rabanales y su entorno) se han registrado 15 especies de reptiles (13 nativas) y 9 de anfibios (de las 14 que existen en la provincia). La bióloga Mónica López ha detallado a especies de anuros como el  sapo común, el sapo corredor, el sapillo pintojo, el sapillo moteado., la ranita meridional y la rana común; entre los urodelos a la salamandra común o el gallipato. Por último hay serpientes como la culebra de herradura, la culebra bastarda, la culebra de escalera, la culebra de cogulla y la culebra de agua o viperina, todas ellas protegidas. Además del lagarto ocelado o la culebrilla ciega, que es el único anfisbeno de Europa

Estos datos se desprenden de la participación del Jardín Botánico de Córdoba, mediante la coordinación de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural (SCHN), en el proyecto “La ciudad como hábitat para fauna amenazada por el cambio climático: el caso de los anfibios y reptiles”,  de la Asociación Hombre y Territorio (HyT), con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El informe final de dicho proyecto acaba de ver la luz, y ha sido redactado por Álvaro Luna, David León y Patricio Peñalver (HyT). En este trabajo de catalogación sin precedentes se recopilan y analizan  datos de presencia de anfibios y reptiles (incluyendo especies nativas y exóticas) en 30 ciudades españolas durante el período 2015-2020, que han sido proporcionados por cientos de colaboradores particulares y más de una veintena de asociaciones.

Para el Real Jardín Botánico de Córdoba, la participación en este tipo de proyectos es básica, ya que la entidad necesita diseñar estrategias que nos ayuden a poner en marcha proyectos locales de conservación de biodiversidad urbana y de sensibilización ciudadana. Las cinco especies de anfibios detectadas en sus instalaciones, entre las que destacan por número la rana común y por escasez la salamandra,  son una prueba de que proyectos como “Del Cloro a la Biodiversidad”, que desarrolla actualmente el Jardín Botánico y que coordina la bióloga Mónica López, son entendidos y demandados cada vez más por las personas, como valores añadidos en una ciudad más sostenible. La mención de nuestra ciudad -junto a otras, como Barcelona, Santander, Madrid y Granada- como ejemplo en el desarrollo de proyectos de conservación urbana de anfibios, nos anima a seguir trabajando para que la ciudad de Córdoba sea un claro referente en la conservación de la biodiversidad urbana.

 Resultados en España

Entre los objetivos prioritarios del proyecto se encontraban mejorar el conocimiento de la herpetofauna en puntos que tradicionalmente han sido obviados como son las ciudades, aportar información a inventarios de fauna y atlas herpetológicos nacionales  y regionales, reportar la presencia de especies exóticas introducidas en el medio natural y valorar el estado de conservación a nivel nacional y regional de las especies halladas, a fin de promover su conservación en entornos urbanos.

En total a nivel nacional se han contabilizado 74 especies, procedentes de 13.208 citas recopiladas, de las cuáles 57 son autóctonas para la Península Ibérica o Canarias (37 reptiles, incluyendo las dos especies de galápagos autóctonos, y 20 anfibios). El 78.6% de las especies citadas aparecen incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

Las especies de reptiles más citadas son aquellas que tradicionalmente se han vinculado más a los entornos urbanos, como es el caso de las lagartijas del género Podarcis -en el que se incluye por ejemplo a la lagartija andaluza (Podarcis vaucheri)- y la salamanquesa común (Tarentola mauritanica), y en cuanto a los anfibios, la rana verde común (Pelophylax perezi) es la más abundante en las ciudades estudiadas.

En el caso de las serpientes llama la atención la diversidad encontrada en entornos urbanos, pero siempre con poblaciones residuales y en zonas verdes extensas, periurbanas u orillas de ríos. Como anécdota se ha citado una pitón birmana (Python bivittatus) en Zaragoza o una falsa coral (Lampropeltis triangulum) en Tres cantos, mientras que respecto a los anfibios se ha citado una rana híbrida de Graf en Barcelona (Pelophylax kl. grafi).

Se ha detectado la presencia de un total de 12 especies de galápagos exóticos en zonas urbanas de España, sobrepasando notablemente en número de citas a los galápagos autóctonos. Las más comunes son el galápago de Florida con sus dos subespecies Trachemys scripta scripta y Trachemys scripta elegans.

En el caso de los anfibios, pese a haberse detectado la presencia de 20 especies autóctonas, la realidad es que la mayoría de ellas aparece en pocas ciudades y con pocas citas, lo que parece ser un reflejo de una situación límite de las poblaciones de anfibios en las ciudades.  La escasez de puntos de agua de la ciudad y la mala calidad de los mismos dificulta su presencia.

El estado de conservación de anfibios y reptiles autóctonos en ciudades españolas es malo, y estos ambientes urbanos pueden llegar a suponer un claro foco de introducción de especies exóticas.

En general del estudio se desprende que las ciudades son entornos poco atractivos para la mayoría de naturalistas e instituciones a la hora de realizar inventarios y programas de conservación de la biodiversidad, y que en el caso concreto de los anfibios y reptiles suele pasar a un segundo plano de la ecología urbana, frente a aves, mamíferos o insectos. Esta tendencia parece estar revertiéndose en estos últimos años en los que, por parte de la ciudadanía, parece haber una mayor demanda en potenciar las ciudades verdes.

La participación de un elevado número de ellas bien repartidas por España, y el volumen de datos obtenidos, convierte a este proyecto en el más ambicioso llevado a cabo en entornos urbanos destinado a estos grupos de animales, gracias en gran medida a la ciencia ciudadana. Los datos obtenidos se usarán para la completar la realización del Atlas herpetológico de Andalucía, el Atlas Herpetológico de Extremadura y el de Valencia, que actualmente están en desarrollo.

"Sería recomendable desarrollar iniciativas de conservación de anfibios y reptiles en entornos urbanos, ya que la presencia de gatos y perros, la persecución directa, los efectos trampa (alcantarillas, arquetas, etc.), los atropellos y la pérdida de hábitats pueden llevar a la desaparición de las especies. No debemos olvidar que estas especies ofrecen grandes servicios al ecosistema, al alimentarse de presas que pueden entrar en conflicto con el ser humano como determinados roedores o insectos".