EL 85% DE LOS INDIGENTES QUE VIVEN EN LA CALLE SON CORDOBESES

Ropa de abrigo para las frías noches de invierno

Voluntarios de Cruz Roja comenzarán este jueves a repartir gorros, guantes, polares y chubasqueros a personas que viven en la calle. Actualmente la institución atiende a unos 40 "sin techo" una cifra muy inferior a las 70 personas del pasado año

El voluntariado de Cruz Roja comienza este jueves a repartir entre las personas sin hogar de la ciudad distinta ropa de abrigo que les permitan protegerse ante el drástico descenso de las temperaturas experimentado en los últimos días.

Así, además de la habitual entrega de comida y bebida reparadora, el personal de la Unidad de Emergencia Social (UES) de la institución humanitaria ofrecerá a la población ‘sin techo’ prendas invernales tales como gorros, guantes, calcetines, polares, chubasqueros y bufandas.

“Como ya hicimos en noviembre, en estos momentos de frío más intenso tratamos de ofrecer un apoyo especial a este colectivo. Porque, si bien todo el año resulta muy duro no tener un techo bajo el que cobijarse, en esta época del año vivir a la intemperie es especialmente difícil”, recuerda Beatriz Arce, responsable técnica de la UES.

Dicho dispositivo, conformado íntegramente por voluntariado, recorre tres noches a la semana las calles de la capital para ofrecer a la población ‘sin  techo’ comida y bebida reparadora y apoyo humano.

Además de ello, este recurso –financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad- sirve de enlace para intentar, en la medida de lo posible, integrar al colectivo de personas sin hogar en la red de asistencia normalizada, con objeto de promover de este modo su inclusión en la sociedad.

En estos últimos días, el voluntariado de Cruz Roja ha atendido en cada una de sus salidas a unas 40 personas que viven en la calle, una cifra inferior a las alrededor de 70 de finales de año dado el aumento de recursos municipales para dar respuesta a la ola de frío.

El perfil habitual de la persona que duerme en la calle en Córdoba ha variado mucho en los seis años que lleva en funcionamiento esta iniciativa; ahora en torno al 85 por ciento de los indigentes que reciben el apoyo de la institución humanitaria son cordobeses y cordobesas a los que la crisis, la falta de una red de apoyo y otras circunstancias han conducido a esta situación de extrema vulnerabilidad.

Personas en su mayoría con edades comprendidas entre los 30 y 50 años y que, en un buen número de casos, tienen problemas de salud mental añadidos.

La Unidad de Emergencia Social es una más de las diversas iniciativas puestas en marcha por la organización para dar respuesta a las nuevas necesidades y nuevos perfiles de solicitantes de ayuda derivados de la crisis económica. 

A día de hoy, son alrededor de 70 las personas que participan como voluntarias en este proyecto, que se realiza en coordinación con el resto de entidades que conforman la Red CO-HABITA de atención a personas sin hogar, de la que también forman parte Adeat, Fundación Prolibertas, Cáritas, Cruz Roja y el propio Ayuntamiento de Córdoba.