La construcción de una nueva comisaría de la Policía Nacional en Córdoba se halla atascada en el papeleo burocrático: los terrenos del actual cuartel en Campo Madre de Dios no pertenecen a quienes los está usando, el Estado. Los principales afectados son los ciudadanos de Córdoba, pero también quienes tienen que desarrollar su trabajo, no siempre fácil, en un edificio que ya tiene más de medio siglo. Son los propios policías, que hasta ahora no habían opinado sobre la polémica a tres bandas que implica al Ministerio del Interior, el Ayuntamiento de Córdoba y los dueños de gran parte de la parcela de la Comisaría de Campo Madre de Dios, esto es, la mutua de la Policía Nacional.
Los cuatro principales sindicatos de la Policía Nacional están aglutinados en una plataforma, Policía en Conflicto, que lleva años denunciando las malas condiciones de la Comisaría Campo Madre de Dios. Su portavoz, Fernando Calderón, asegura a Córdoba Hoy que la primera opción de los agentes -si alguien les preguntara- sería un acuerdo entre el Ministerio de Interior y la mutua de la Policía Nacional. Ése sería "el sueño para nosotros", afirma Calderón, que insiste en que su colectivo no entra en conflictos entre administraciones.
Para los sindicatos policiales, la Comisaría de Campo Madre de Dios "no sólo es importante por su ubicación cerca de nudos viarios poderosos, que permiten llegar -a los sitios requeridos- en un tiempo óptimo". También cubre distritos "muy complejos" en los que se ha conseguido reducir los índices de delincuencia.
En privado, los representantes del PP aseguran que la nueva comisaría de la Policía Nacional podría construirse en cualquier otro sitio de la ciudad, en aras a facilitar que el Ayuntamiento le ceda un suelo. Donde sea. Pero semejante postura elude un asunto crucial: La ubicación de una comisaría de la Policía Nacional no depende sólo de la disponibilidad de suelo del Ayuntamiento. Es necesario tener en cuenta también los accesos, las infraestructuras y la cercanía a su zona de acción. No es lo mismo tener una comisaría en Campo Madre de Dios, a un paso del centro turístico, de las principales vías de comunicación de la ciudad y de un distrito complicado como el Este de Córdoba, que en cualquier otro solar urbano.
En la misma zona
Lo explica claramente Fernando Calderón: "La clave sería que la Comisaría esté en la misma zona, no sólo por el turismo, sino porque el enclave le hace ser un pulmon para el Distrito Este. Sin esta ubicación no se puede sostener una seguridad pública para las siguientes décasas", lo que podría llevar a "comprometer la seguridad pública".
En opinión de la plataforma Policía en Conflicto, "los políticos se deben poner el mono de trabajo y llegar a un acuerdo con Mupol o ceder unos terrenos de manera generosa", aludiendo a las demandas del Ministerio de Interior hacia la ciudad. Sea lo que sea, los agentes aseguran que la peor opción sería un recurso a los tribunales para que el Ministerio recupere la titularidad de los terrenos. "Si empezamos mal y dejamos parado el proyecto seis u ocho años, estamos ante un problema de futuro, que más tarde o más temprano dará problemas de seguridad que saldran a flote", sostiene el representante de los policías.
Actualmente, los agentes de la Policía Nacional trabajan en un edificio pensado y concebido para las necesidades de hace más de medio siglo. Hoy en día el cuartel está obsoleto y "la situación actual cada vez es más compleja, porque seguimos manteniendo el mismo nivel profesional cualificado en un continente de hace 70 años. Puede que entonces fueran instalaciones innovadoras, pero ahora no es funcional", afirma Calderón. Pero, por ejemplo, "mantener unos servicios de emergencia para evacuación" en la Comisaría de Campo Madre de Dios "es complejo, porque esto son ratoneras".
