Tanto el alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), como el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre (PP); han informado esta mañana en Córdoba que se está elaborando un protocolo entre las dos administraciones a fin de que se recupere la vía pública para el culto y las celebraciones religiosas, como las procesiones que están pendientes para este mes de septiembre (el Socorro o el Descendimiento), de modo que éstas "se van a poder celebrar", pero de otro modo bien diferente al habitual.
Y es que el regidor ha avanzado que el problema de los costaleros tiene una muy difícil solución en tiempos de pandemia, por lo que las imágenes podrán procesionar pero "con parihuelas o mediante mecanismos a motor", pero no sostenidas a hombros de seres humanos como viene siendo la tradición en Córdoba.
"Mañana mismo (viernes) tendremos un encuentro con la Agrupación de Cofradías, en el que estará presente la representante territorial de Salud y Familias", María Jesús Botella, y en el que se informará de los avances en materia del citado protocolo, ha señalado Bellido.
Un protocolo local al que habrá que aplicar el autonómico correspondiente a las bandas musicales de tambores y trompetas ya existente, según ha añadido, por su parte, el consejero. Aguirre ha asegurado estar "muy preocupado" por las celebraciones de fiestas populares y verbenas que hay a lo largo del mes de septiembre en toda Andalucía, si bien también se ha mostrado esperanzado en que la población sepa celebrarlas sin aglomeraciones en las calles.
En este sentido, el cordobés ha recordado que la Administración estaba mirando con lupa la celebración de las fiestas y 'no fiestas' en numerosos puntos de la geografía andaluza en relación al 15 de agosto. Pero "los datos de repercusión que vimos los días 24, 25 y 26 siguientes demostraron que no se había producido un impacto significativo en los datos de la pandemia".
