SUCESOS

La propietaria de la perra abatida de un disparo va a presentar denuncia contra la actuación policial

Cristina Ríos, propietaria de Tai, recogerá además hoy los resultados de una necropsia que ha encargado
Tai, la perra abatida, en la playa
photo_camera Tai, la perra abatida, en la playa

Cristina Ríos, la propietaria de la perra Tai, abatida por un policía local el miércoles pasado en una parcela del Camino Viejo de Almodóvar, va a presentar hoy una denuncia contra la actuación de los agentes, una vez reunida información pertinente sobre el caso -entre ellas una necropsia cuyos resultados recoge también hoy- y creyendo desproporcionadas e incorrectas las acciones.

Todo parece indicar, al margen de dichas actuaciones, que se trata de un caso de mala suerte. La perra Tai se coló con tres cachorros por una abertura que hay en la parcela de 3.000 metros donde viven junto a más perros. Esta abertura se encuentra tras una chumbera de gran tamaño. Ríos asegura que jamás ninguno de sus perros se ha escapado de esa forma con anterioridad, y su familia lleva viviendo 17 años en el lugar (en la siguiente imagen Cristina Ríos junto a Tai).

Tai con su dueña, Cristinas Ríos

Desde hace tan sólo un año, Ríos se dedica a la acogida de perros, un paso previo y necesario para buscarles familia de acogida y que no acaben en la perrera, donde serán sacrificados. Precisamente Tai fue rescatada de la perrera. Se la habían encontrado en la carretera. Tenía el golpe de un coche.

Tai llevaba aproximadamente un año con esta familia de acogida. Fue catalogada por los veterinarios que la atendieron como bull terrier, aunque su rasgos distan del estándard de esta raza. En cualquier caso los bull terrier no están considerados raza potencialmente peligrosa según la normativa vigente en Andalucía. Los cachorros que se colaron por la abertura con ella no son hijos suyos, sino hermanos de la misma camada, de unos cinco meses de edad. Sus nombres son Bachata, Indie y Soul, un cruce con pastor belga (los cachorros en las siguientes imágenes).

El tercer cachorro que acompañó a TaiUno de los cachorros que acompañaron a TaiOtro de los cachorros que acompañaron a Tai

Además de a Tai y los tres cachorros, en la parcela convivían con otros nueve perros. Trece en total antes del suceso. Seis de ellos de acogida, seis de los propietarios de la parcela y un cachorro pequeño que cuidaban momentáneamente. Según indica Ríos son perros vigilados siempre por alguien de la familia. De hecho sus padres se encontraban en la casa en el momento en que abatieron a Tai.

El comportamiento de Tai

Ríos se ha mostrado muy extrañada por el hecho de que su perra pudiera atacar a alguien o resultar una verdadera amenaza. Su responsable la sacó de la perrera en brazos cuando la acogió, debido al estado de shock y desorientación en el que se encontraba el animal tras deambular golpeado por la carretera. Mostró durante meses y hasta el momento de su muerte un comportamiento tímido, dócil y asustadizo según su dueña, hasta el punto de que se hacía pipí encima si se le subía la voz. Cristina Ríos asegura que jugaba con normalidad con otros perros, tanto de pequeño tamaño como Yorkshires hasta algunos grandes de raza Rottweiler, pues en la parcela pasan por la labor de acogida todo tipo de perros. Con los humanos se mostraba cariñosa y no ha generado ningún problema desde la acogida según ha afirmado.

Ríos ha explicado que ha tenido la oportunidad de hablar con las dos personas que se encerraron en casa, un familiar de los propietarios de la otra parcela, que es invidente, y el jardinero que le acompañaba. De las conversaciones Ríos desprende que se asustaron con la irrupción repentina de cuatro perros, pues no hay animales en la otra parcela, pero en principio no tuvieron, según indica, una actitud agresiva, aunque sí alborotadora en el sentido de ladrar mucho: "los cachorros son muy ruidosos y sobre todo se contagian, como empiece uno a ladrar le siguen los demás".

Ríos cree que posiblemente al traspasar la valla, la propia Tai creyese que seguía en su territorio, de ahí los ladridos, pero mantiene su extrañeza ante una actitud verdaderamente agresiva. Con respecto a la actuación policial cree que se pueden usar otros elementos para reducir a un animal, como dardos, y ha mostrado contrariada por el hecho de que los agentes fuesen hacia los animales para espantarlos: "parece ser que los perros nunca tuvieron una actitud de ataque y no se acercaron, hasta que fueron hacia ellos".

La propietaria de Tai presentará en principio una denuncia al margen de la que pueda presentar el partido político Pacma.