Cuando habían pasado 40 minutos de sesión plenaria, el alcalde, José María Bellido (PP), se ha visto en la tesitura de tener que desalojar el Pleno ordinario del mes de marzo por las insistentes protestas de funcionarios de bomberos, trabajadores y trabajadoras de Sadeco, así como de personal de colegios.
Al principio, el regidor dio el aviso al concejal de Seguridad, Miguel Ángel Torrico (PP), de que la Policía estuviera preparada por lo que pudiera pasar y a fin de que se pudiera "celebrar este Pleno democrático". Durante por lo menos siete ocasiones advirtió el regidor que se podría desalojar.
Pero continuaron los gritos de "¡Sadeco abandono!", "¡Privatización-corrupción!","¿Quién se fía de José María?", "¡Chorizos!", "¡Menos asesores, más trabajadores!", "¡Menos sueldos, más trabajadores!" o "¡Bernardo dimisión!".
Finalmente, a las 11.45 horas, el alcalde pidió un receso y se pidió a las fuerzas del orden que desalojara el salón. A la vuelta el alcalde pidió perdón a los asistentes y dio las gracias a quienes, aún protestando por su situación, se han quedado haciéndolo en silencio.
