Estaba cantado. El Pleno del Ayuntamiento de Córdoba ha sido una vez más desalojado por el alcalde, José María Bellido (PP), cuando una nutrida representación de funcionarios del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), los bomberos para entendernos, ha reclamado a gritos y a bocinazos la dimisión del concejal de Recursos Humanos, Bernardo Jordano (PP), y de la directora general de Recursos Humanos y Salud Laboral, Antonia Luisa Sola, por lo que consideran una drástica reducción de su sueldo de forma unilateral y "a traición", cuando las condiciones laborales siguen siendo igual de "lamentables".
La reducción es de 50 euros en cada nómina, pero lo que consideran peor los bomberos es que se pretende que sea con carácter retroactivo, es decir que tendrían que devolver lo ya percibido desde el pasado 1 de enero, lo que supone unos 1.500 euros en total, más intereses, "sin que nadie nos haya informado previamente de nada".
Son 160 familias de trabajadores en activo, más algunos jubilados ya, los afectados por un proceso que comenzó el pasado 19 de enero cuando desde la Policía Local se reclamaron sus domingos y festivos "para equipararse a los del SEIS". En ese sentido, el 4 de marzo desde el SEIS se emite un informe relacionado con esto y el 9 de marzo se produce un contra informe por parte de cuatro técnicos municipales que se contrapone al emitido por el jefe de bomberos. Al día siguiente de ese último informe desde el Ayuntamiento se da orden de aplicación de este último informe en el que se habla de bajar el sueldo a toda la plantilla del SEIS en lugar de subírsela a la de la Policía Local.
Desde el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) se plantean dudas sobre si se han seguido bien los cauces legales, que derivarían en la anulación de la orden, ya que se llevan abonando esas retribuciones a los bomberos desde hace cuatro años, supuestamente infringiendo el ordenamiento jurídico, por lo que la resolución se tendría que haber hecho por parte del Pleno municipal, y, además, si durante cuatro años (desde 2018) la nómina estaba equivocada "se tendrían que haber iniciado expedientes reservados para determinar si hay responsabilidad por parte del órgano gestor de la nómina, que no parece haberse hecho, por lo que todo lleva a la nulidad del proceso".
De todos modos, ésta es la "guinda del pastel, o mejor dicho la "gota que colma el vaso", porque a esto se le añade que desde hace un tiempo, el cuerpo de bomberos de Córdoba está tratando de llamar la atención sobre la situación de sus condiciones laborales, tanto físicas (el estado en que se encuentra el parque central de bomberos) como laborales, debido a una acuciante falta de personal, ante la que lo que ellos denominan Área de "Recursos Inhumanos" no reacciona.
Así, la bolsa para las 21 plazas que se iba a crear tras las oposiciones "llega tarde y mal"; se dijo que el 1 de abril o como mucho el 1 de marzo iban a tomar posesión los nuevos C1, y no ha sido así, y el SAB se pregunta "¿para cuando la promoción de los restantes bomberos". Al mismo tiempo, se han detectado "errores enormes" en la oposición a siete plazas de sargento, a las que un cabo interino que llevaba ejerciendo 15 años labores de sargento no se la computado ese tiempo de experiencia y se le ha dejado fuera de las plazas.
