Se aventuraba un Pleno municipal un tanto árido y largo por el debate de los Presupuestos de 2021, además de otras ocho mociones presentadas por todos los grupos. Pero ni ha sido tan largo, ni tan tedioso y hasta se han producido momentos de frescura, que no cómicos, porque este tipo de sesiones se prestan a una seriedad alejada de un impropio espectáculo circense.
Por lo pronto, cinco de esas propuestas fueron por unanimidad (otra cosa es que se acaben cumpliendo o no), con lo que hubo un importante 'ahorro' de tiempo que se pudo dedicar, por ejemplo, para hacer un receso para almorzar sin atragantamientos, aunque la vuelta de la comida a más de uno le suponga un suplicio por la necesidad imperiosa de sestear (y más si no está presencial en el salón de Plenos, sino que lo sigue vía telemática).
En cualquier caso ha resultado especialmente interesante el debate de una moción presentada por IU y Podemos sobre la vivienda, que traía el voto favorable del PSOE. No era una propuesta descabellada, sino más bien necesaria y más en los tiempos que corren para que la vivienda deje de ser un lujo o un negocio rastrero y se convierta de verdad en un derecho fundamental para muchísimos inalcanzable.
Ha sido interesante comprobar, por las comparecencias, que había mucho más acercamiento que lejanía, al menos en los primeros seis puntos de la moción, y un choque frontal entre izquierda y derecha en los dos últimos, que hablaban sobre una regulación de los precios del mercado, que ni PP ni Ciudadanos ni Vox estaban dispuestos a pasar. Vamos que sin esa cola, el resto de la moción bien podría haber salido adelante con matices.
Algo que supo captar de inmediato el concejal de Podemos Juan Alcántara, quien propuso al resto de grupos votar por bloques del 1 al 6 y luego los puntos 7 y 8, para al menos ver si el grueso de la moción pudiera salir adelante. Su gozo en un pozo, ya que para ello hubiera sido necesario que se hubiera aceptado por unanimidad y el concejal de Hacienda, Salvador Fuentes (PP), dejó claro que el sí dependía de negociar matices.
Nuevo cambio de estrategia de Alcántara sin pensarlo: Ya que la moción se iba a tumbar de todos modos, ha planteado a Fuentes llevar esos seis puntos al próximo consejo de administración de Vimcorsa para "poner los punto sobre las íes y tratar de sacarlos adelante".
Conste que tanto Rafael Saco (Vox), como Antonio Álvarez (Cs) y el propio Fuentes han señalado que en bastantes puntos coincidían, pero también es verdad que ninguno de ellos había planteado enmiendas, por lo que el planteamiento de Juan Alcántara al menos ha servido para buscar una solución mas adelante de cara a crear una mesa política-social y un pacto por el acceso a la vivienda en la ciudad, reimplantar la Oficina de la Vivienda, instar a la Junta a ejecutar la inversión comprometida y necesaria para cumplir con el Área de Rehabilitación Urbana (ARRU) de La, ofertas de alquiler asequible con derecho a compra en las promociones de Vimcorsa o programar con entidades financieras para la cesión de viviendas para uso social, especialmente, centradas en las que estén vacías en larga duración.
Otra sorpresa, porque hasta la fecha no se había planteado, vino del concejal del PSOE José Antonio Romero, en el turno de ruegos, quien planteó la posibilidad de celebrar los plenos en una sala más grande donde pudieran estar todos los concejales presentes y hasta algo de público tanto para seguir en vivo y directo las sesiones como para reivindicar, como viene siendo costumbre.
El alcalde, José María Bellido (PP), literalmente alzó una ceja ante la propuesta y no la vio mal, hasta el punto de asegurar que a lo largo de esta semana se va a estudiar jurídicamente ese planteamiento o incluso ver si el salón de plenos ya pudiera garantizar la presencia al menos de todos los concejales. Y es que hay que reconocerlo, las sesiones telemáticas son un avance, pero muchas veces se cortan, se desconectan o se pierden palabras clave y cifras que hay que tener muy claras a la hora de emitir un voto.
No deja de haber también momentos de pícara ironía, como el 'regalo' del portavoz de IU, Pedro García, a Salvador Fuentes en forma de botella de aceite (con muy buena pinta, por cierto) como guiño a la moción debatida sobre la PAC que salió adelante con los votos de la derecha.
