En una de esas pequeñas joyas cinematográficas que solía hacer Hollywood, 'Pequeño Gran Hombre' (1970), una de las múltiples facetas del protagonista (magistralmente interpretado por Dustin Hoffman) es la de explorador auxiliar del mismísimo Custer para actuar como si fueran los ojos del ejército a la hora de avanzar por territorio enemigo.
La labor del taxista cordobés Alfonso Romero tiene mucho que ver con eso. De forma altruista, porque le gusta, porque quiere, desde hace "seis o siete años" ha estado elaborando por su cuenta el callejero de Córdoba renovándolo constantemente, a medida que la ciudad crecía en extensión. Natural de Bujalance, lleva ya 39 años al volante y el próximo 26 de octubre de 2023 se jubila, y recuerda que cuando comenzó a trabajar "lo único que había de callejero era entrada de una calle y salida de otra", además de que en la Librería Luque se vendían planos "de ésos grandes que había que abrir en lo alto del capó del coche".
Poco después se elaboró un callejero en forma de libretilla, "a cargo de un policía local y un policía nacional", con una única tirada, y poco más. "Si alguien quiere comprar un plano o se mete en Internet para adquirir uno, no lo va a encontrar", señala para justificar su trabajo, que ahora aprovechan varios de sus compañeros de trabajo.
La última actualización es de 2019, "y ya he tenido que realizar muchas reformas" para el siguiente que está pendiente de confeccionarse en la Imprenta Luque de Córdoba. Su gran mérito es que el callejero no se limita al núcleo urbano de la capital sino que se amplía a la mayor parte habitada del término municipal.
Así, incluye barriadas periféricas (como Santa Cruz, Cerro Muriano, Alcolea o Villarrubia), "todas las parcelaciones" de la zona de El Higuerón, Villarrubia o Santa María de Trassierra y los polígonos industriales, que también es de agradecer.
En el último callejero falta el nuevo espacio nacido a raíz de la urbanización de la fábrica de Baldomero Moreno, al inicio del polígono de Chinales, "pero ya tengo los planos y los voy a empezar a añadir con una nueva tirada, porque hay muchísimos compañeros nuevos en el taxi y me lo están pidiendo", asegura.
Ese espacio abarca la prolongación de Virgen de las Angustias, la de Fuente de la Salud y la de Sor Ángela De la Cruz, que forma una curva muy pronunciada rodeando a todas esas calles (tres interiores), "que son todas peatonales con jardines y con parques para niños" Y aunque aún hay muchas obras en marcha, al menos hay tres bloques terminados y habitados, desde donde piden servicios de taxi.
¿Qué novedades recoge? Toda la zona nueva de Hipercor y Huerta de Santa Isabel, con vías como Ana María Mistral, o Diputado Ignacio Gallego; la zona de Paraíso Arenal, que tampoco tenía plano ni callejero y que elaboró enmiendas muchas ocasiones en su tiempo libre yendo con su mujer a tomar notas para los planos.
También lo que él llama la prolongación de la parte de San Rafael de la Albaida, donde sí había calles antiguas con denominaciones como Manifestación o Asamblea, pero en la zona alta se levantaron nuevas calles (San Vicente Ferrer, Química María Curie, Rafael Aparicio...) que ya están plasmadas sobre el papel. Lo mismo ocurre con la parte baja del Parador de La Arruzafa, que está ya actualizada y con la zona del Hospital Quirón y el Nuevo Zoco, "como lo llamamos nosotros en el sistema Alfa de Radio taxi".
"Se me ocurrió porque me gusta", afirma. No en balde, era (y es) el típico compañero al que los demás preguntan dónde está tal o cual sitio porque él lo sabe. "Empecé en un pequeño ordenador que me compré para el coche y en las paradas, en lugar de estar charlando con los compañeros, abro mi ordenador y me pongo a trabajar". Pero no lo hace por dinero; a los demás taxistas les cobra el precio de coste y ni siquiera ha incluido publicidad en el interior.
"Es un buen instrumento para los repartidores y hasta para los particulares", y, de hecho, algunos (una veintena) han ido a la sede de Radio Taxi a adquirir el suyo. Por cierto, que la tirada está agotada, porque editó 150 (frente al medio millar de taxistas que hay), y tampoco es plan de guardar en su casa el exceso de callejeros.
Los planos de Alfonso Romero están legalizados con su correspondiente depósito legal en la Junta, y tienen un índice con orden alfabético de las calles, que van repartidas por colores según las zonas donde estén: En rojo las de la ciudad, en azul las parcelaciones ("están todas, incluidas Las Jaras o Las Siete Fincas", insiste), en amarillo los polígonos y en verde las barriadas periféricas.
Ya en el interior, en azul aparecen las calles y carreteras principales, mientras que en amarillo se pintan las demás, salvo las peatonales que son coloradas (y se ve a primera vista que son pocas en la ciudad). Están marcados, además, dónde se ubican los hospitales, los centros de salud, las zonas deportivas y su nombre, las gasolinera, iglesias o colegios, y si algo se puede comprobar con esta labor a sus espaldas es que "la ciudad ha crecido bastante", sobre todo en la parte del Hipercor, "donde no había nada".
Y nada más editar el nuevo callejero tiene claro que tendrá que modificarlo más adelante: "Cuando acabe la Ronda Norte, en la parte que falta de la Junta, habrá que incluirlo y cambiarlo igualmente".
Por cierto, para los curiosos, según el cálculo de memoria de Romero, en la capital hay unas 1.800 calles, grandes y pequeñas, peatonales y no peatonales.
