Dos palmeras. Una junto a otra. Unos metros de separación. Dos historias distintas en Ronda de los Tejares. Hoy un cordón protegía la zona y mucha gente curioseaba sobre los trabajos que se estaban desempeñando. A la izquierda la palmera joven. A la derecha la palmera histórica.
El área de jardinería del Ayuntamiento plantó la palmera joven hace unos meses. Tenía que esperar a que se afianzase en el terreno. Y ya lo ha hecho. Hoy un operario aflojaba las cuerdas que juntaban sus hojas. De esta forma la copa se abrirá un poco más. Todavía no está lista para que se quiten, algo que se ha estado estudiando toda la mañana. Pero está certificado que este ejemplar se ha consolidado. Procede del vivero municipal, donde nació y creció hasta terminar en el centro de la ciudad. Tiene todo el futuro por delante.
La palmera histórica es una vieja conocida de los cordobeses. De hecho una muy vieja conocida. Está ahí desde el tiempo en que El Corte Inglés era el coso de los Tejares, la antigua Plaza de Toros. Y Ronda de los Tejares era la Avenida del Generalísimo. Posiblemente esta palmera en concreto fuese plantada en los años 40. El problema es que su tronco se está torciendo. Hoy los operarios le han quitado peso al despojarla de varios kilos de dátiles. Debido a la cantidad de herbicidas empleados estos dátiles no son comestibles. Además la han desprovisto de parte de las hojas.
El peso se le quita debido a que el tronco se está torciendo demasiado y según los trabajadores del Ayuntamiento empieza a ser peligroso. En comparación con su compañera no se sabe qué futuro aguarda a este ejemplar, que posiblemente tenga que contar conn algún tratamiento o elemento que ayude a enderezarla o evite que se siga encorvando.
Una palmera de la primera mitad del siglo XX y otra de la segunda década del XXI. Ambas a las puertas de la tercera. Aprovechando que estamos en Cosmopoética y parafraseando el poema 'El silencio de las plantas', de Wislawa Szymborska, hablar con estas palmeras es necesario e imposible, urgente en una vida apresurada y está aplazado hasta nunca.
