PATRIMONIO HISTÓRICO

Un Palacete Barroco totalmente restaurado... y vacío

Las obras del Palacio Barroco del convento de Santa Cruz finalizan en mayo sin que el Ayuntamiento haya aceptado aún la cesión de uso acordada en su día

La restauración del Palacete Barroco del convento de Santa Cruz, una joya barroca de la primera mitad del siglo XVIII, está a punto de terminar. Si se cumplen las previsiones de las empresas constructoras, Calero Infante y Ros Zapata -unidas en una UTE para esta reforma-, para mediados de mayo como muy tarde el Palacete Barroco estará totalmente listo para el uso y disfrute de la ciudad. El plazo supone un retraso de un mes y medio sobre las previsiones iniciales, no demasiado para una obra de tal envergadura (630.000 euros), que las constructoras achacan a los impagos de una de las partes, Vimcorsa.

A las obras sólo le quedan unos remates finales: pintura, retoques de carpintería, climatización, algunas labores de resturación de elementos arquitectónicos o la solería del patio exterior.

La reforma comenzó en marzo de 2016, con la pertinente foto de las autoridades que pagaban, la alcaldesa Isabel Ambrosio y el subdelegado del Gobierno Juan José Primo Jurado. Durante un año se han acometido trabajos como la sustitución de las cubiertas dañadas, levantado y acondicionamiento de solería, forjados de hormigón en las partes dañadas -uno de los techos corría el riesgo de derrumbarse, según los técnicos-, o la restauración de puertas y ventanas. Todos los elementos que se han podido rescatar del edificio original se han mantenido para preservar su integridad, incluso buena parte de la solería levantada pieza a pieza. Otros se han tenido que buscar nuevos, como un ascensor, algunas puertas o un rosetón...

Convento Santa Cruz

La restauración se ha llevado a cabo según el plan original, que contemplaba áreas de uso público y administrativas. El edificio dispone de dos grandes salones en diferentes plantas que pueden usarse para actos públicos; tres patios interiores -uno de gran belleza con pintura policromada- y uno de acceso; docenas de pequeñas habitaciones que servían como celdas para las monjas; un bonito mirador hacia el río y el centro de la ciudad; una escalera barroca y otra de servicio... Incluso se han respetado elementos de la vida tradicional de las monjas en un espacio así, como una enorme chimenea decorada, un lavadero, un pozo o un aljibe.

Acuerdo de todos los grupos

Pese a todos los esfuerzos, el Palacete Barroco se quedará vacío y cerrado, al menos de momento, hasta que el Ayuntamiento decida qué hacer con él. Existe un plan de usos, que contempla una cesión al Consistorio para que ubique allí un centro de interpretación de los patios conventuales de Córdoba, que fue acordado en 2013 por todos los grupos municipales, incluidos los que hoy gobiernan (IU y PSOE). En 2014, el anterior equipo de gobierno del PP firmó el convenio de cesión entre Vimcorsa y las monjas propietarias del edificio. Ahora, la actual responsable de la empresa pública de viviendas, Alba Doblas (IU), no reconoce como válido el citado acuerdo.

Así las cosas, nadie sabe muy bien qué va a pasar con el edificio en un futuro inmediato. Consultado por este medio, el grupo municipal de IU, que gestiona Vimcorsa, se desentiende del asunto y asegura que es un negociado de Presidencia, que dirige Emilio Aumente (PSOE), quien tampoco ha respondido a los requerimientos de Córdoba Hoy. El PP lanzó una pregunta al PSOE en el último Pleno, celebrado la semana pasada, para obtener una información que las monjas llevan meses demandando.

Convento de Santa Cruz

La alcaldesa tampoco parece querer saber nada del Palacete Barroco. Las monjas clarisas propietarias del edificio remitieron a Isabel Ambrosio, el pasado 30 de enero, un escrito en el que aseguran que "hasta la fecha no se ha realizado ninguna propuesta concreta" respecto a la cesión de uso acordada en su día, "a pesar de la insistente petición efectuada por nuestro arquitecto". Las religiosas piden a la regidora que las reciba para tratar el asunto y que mientras tanto tome medidas para "iniciar el procedimiento que permita suscribir el correspondiente convenio de cesión de uso". Hasta la fecha, Ambrosio no ha respondido a las clarisas.

Mientras no se firme el citado acuerdo, las monjas seguirán siendo las propietarias del edificio de la calle Agustín Moreno, aunque se ha pagado con dinero público en su mayor parte (65% del Ministerio de Fomento, 25% de Vimcorsa y el 10% a cargo de la congregación). Dispondrán de un edificio que tendrán que mantener y que probablemente permanecerá cerrado al público a pesar de que en mayo ya será totalmente accesible.

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