MOVILIDAD COMPARTIDA

La futura Ordenanza de Movilidad distinguirá entre 'zona' y 'vía' peatonal

Espacios como Gran Capitan, Capitulares o Cruz Conde (antigua Foro Romano) podrán circular bicicletas y patinetes pero sólo "en determinadas condiciones"
Un ciclista pasa por la ya peatonal Capitulares
photo_camera Capitulares será vía peatonal, con permisión de ciclistas pero con condiciones

La futura Ordenanza de Movilidad que está a punto de ver la luz va a distinguir entre zona peatonal y vía peatonal. El caso es que por las primeras no podrán circular ni bicicletas ni patinetes, pero en las segundas, según han avanzado fuentes municipales a este periódico, "se permitirá circular en determinadas condiciones" a ese tipo de vehículos de dos ruedas.

Por el momento, no se ha aportado nuevos detalles, si bien para tener una ligera idea sobre la diferencia que puede entre ambos tipos de espacios peatonales, las vías peatonales serían las consideradas 'clásicas', como es el caso de Gran Capitan, Capitulares o Cruz Conde (antigua Foro Romano), donde, al parecer, sí podrían circular "en determinadas condiciones". La lógica indica que se circularía a una determinada velocidad y únicamente por un espacio delimitado para ello y siempre pensando en que es de prioridad peatonal.

No obstante, los movimientos biciclistas señalan que 'prioridad peatonal' y 'peatonal' a secas no son sinónimos, ya que en los primeros se permite el paso de determinados vehículos como taxistas, reparto, limpieza, entrada a garajes o a hoteles, entre otros, mientras que en los segundos, nada de nada.

La entrada en vigor de la Ordenanza de Movilidad, que se espera sea para este mismo año, supondrá un incremento inicial de las multas que ya se están aplicando de hasta 200 euros a los ciclistas, y eso forzará irremediablemente el traslado de su circulación masiva hacia las calzadas, de las que ahora se apropian los vehículos de motor (los mismos que suelen ocupan los carriles-bici para hacer pequeñas paradas ilegales, o para carga y descarga especialmente en las inmediaciones de bares y restaurantes y los dejan destrozados o los acaban borrando).

Córdoba, y hay que reconocerlo, es una ciudad que cuenta con una más que interesante red viaria ciclista, pero absolutamente incompleta para trasladarse desde y hacia todos los puntos de la ciudad, por lo que seguirá habiendo tramos en los que se deberá de compartir el espacio con turismos, motocicletas, autobuses, furgonetas y camiones, con, a día de hoy, una absoluta indefensión ante lo que pueda pasar en un posible siniestro. Y mucho menos si se trata de padres y madres acompañados de sus hijos o con una silla suplementaria para los más pequeños.

Igualmente, los carriles 30, de los que Córdoba es pionera en su uso (por cierto, abundante, y es de agradecer), se siguen sin respetar en absoluto por los usuarios de turismos que siguen acosando a los ciclistas para que aprieten la marcha o simplemente se aparten de su camino, al tiempo que las pinturas desaparecen y eso sirve de excusa perfecta (como, por cierto, ocurre con algunos pasos de cebra) para incumplir la normativa.

Por tanto, va a hacer falta mucha concienciación tanto para ciclistas (porque, en efecto, las aceras no son para estos vehículos) como para usuarios de turismos y otros vehículos motorizados de la 'nueva' convivencia en las calzadas, a fin de evitar que la cifra de accidentes más o menos graves se dispare en la ciudad antes de que esté por completo preparada para la nueva era de la movilidad compartida. Y eso está, como quien dice, a la vuelta de la esquina.

Por cierto, ¿en qué situación quedarían los skaters, que son de cuatro ruedas, pero sin motor?