MEDIO AMBIENTE EN LA CAPITAL

La ordenanza de sequía destaca la regeneración del agua con una inversión de entre 20 y 30 millones

La norma establece las medidas a seguir en caso de necesidad extrema por el nivel de emergencia en que se esté en cada momento
Vista aérea de la estación depuradora de Villa Azul, de Emacsa
photo_camera Vista aérea de la estación depuradora de Villa Azul, de Emacsa

El consejo de administración de Emacsa ha conocido esta mañana el borrador de la primera Ordenanza de Sequía, que podría ver la luz dentro de cinco o seis meses, si todos los trámites administrativos se desarrollan con normalidad, y que pretende preparar a la capital cordobesa contra la sequía. Un problema que, en Andalucía en general y Córdoba en particular, "no es algo coyuntural, sino estructural", como ha indicado el presidente del organismo público, Jesús Coca (PP).

La ordenanza aúna y regula todas las actuaciones necesarias en materia de uso y consumo, a modo de hoja de ruta en un doble sentido: Ahorrar agua, por un lado, y regenerarla, por otro, y aquí está la gran novedad: Un Plan de Regeneración que va a requerir de una importante inversión, entre 20 y 30 millones de euros, pero que merece la pena, teniendo en cuenta, en palabras de Coca, que "es más sostenible que las desoladoras y los trasvases". Es un proceso que, por ejemplo, se está poniendo en práctica desde hace tiempo en el Levante del país.

"Nuestra idea es ponernos a la vanguardia en España de la regeneración del agua", ha expuesto el responsable de Emacsa. Eso implica dar un paso más allá de la mera depuración, porque con este último proceso el agua sigue sin ser potable, mientras que la regeneración permite recuperarla ya para el consumo humano.

Esa fuerte inversión se debe a la necesidad de construir infraestructuras necesarias para la extracción del agua del Guadalquivir, al que ahora se vierten las aguas depuradas, tales como estaciones de bombeo, con sus correspondientes estaciones eléctricas y canalizaciones de retorno a la ciudad. Todo ello con la idea de regenerar la nada desdeñable cantidad de 26 hectómetros cúbicos (26.000 millones de litros) de agua anuales.

Por el momento, según ha indicado el presidente, no serían necesarias nuevas estaciones depuradoras para la capital, al margen de las que ya está realizando la Junta de Andalucía para Las Jaras y Santa María de Trassierra, que ayudarán también al ahorro y el uso eficiente del agua en el término municipal. Y es que los objetivos actuales en obras de Emacsa son "la realización de los tanques de tormentas y las inversiones realizadas también en canalización y riego para la zona de Los Villares y de Cerro Muriano".

En este sentido, el máximo responsable de la empresa pública ha señalado que en breve se hará público el plan de inversiones a 10 años vista en materia hídrica, que "es muy ambicioso, porque creemos que tenemos que preparar a la ciudad para los próximos 50 años".

La nueva normativa, que se titulará Ordenanza Municipal reguladora de las Medidas Excepcionales Aplicables al Abastecimiento Domiciliario de Agua Potable como consecuencia de la Sequía, plantea el establecimiento de unas normas que eviten el "derroche del agua", con limitaciones de destino, uso y consumo, y con sus correspondientes sistemas sancionadores para quienes incumplan.

Así la norma habla, por ejemplo, de por fijar la limitación, restricción o prohibición del uso del abastecimiento, con medidas tales como la bajada de la presión o la supresión total o parcial del servicio en distintos tramos horarios llegado el momento necesario.

Por limitaciones se incluyen la prohibición o limitación de uso de agua potable en riego de zonas verdes y jardines, "públicos o privados"; el baldeo de calles, plazas, aceras o cualquier recinto, también público o privado; el llenado de piscinas privadas y públicas, diferenciando las que dispongan de sistemas de depuración y de recirculación o circuito cerrado; en fuentes ornamentales; en fuentes para consumo humano, "que podrían llegar a tener horarios para su uso"; la limpieza de vehículos, o sistemas de refrigeración por agua.

En caso de persistir la falta de lluvias, la ordenanza permite igualmente al Ayuntamiento, a través de Emacsa, a establecer restricciones en el sentido de restricciones durante determinadas granjas horarias, como ha estad ocurriendo en varios municipios de la provincia a lo largo del pasado verano.

Y, aunque todavía no es algo que esté sobre la mesa, es cierto que el texto de la ordenanza habla de "desincentivación de consumos excesivos" y para poner eso en palabras llanas y comprensibles, podría llegar a suponer un aumento de las tarifas y que el agua se encarezca. Se trata de una medida límite, en situaciones de emergencia por sequía y considerando consumo excesivo los que superen los 30 metros cúbicos (30.000 litros) al bimestre (cada dos meses).

En cuanto a infracciones, la ordenanza las califica de leves, graves o muy graves. Entre las primeras está limitar, entorpecer o limitar las labores del personal de Emacsa para el control e inspección de las instalaciones hidráulicas. Las graves pasan por usar el agua de consumo en las restricciones antes citadas y que corresponden al artículo 5 de la norma, y su reiteración pasaría, además, a ser considerada muy grave. Todo ello con sus correspondientes sanciones económicas.