GUARDIA CIVIL Y POLICÍA NACIONAL

Una operación conjunta interviene 22.370 kilos de resina de hachís camuflada como tomates falsos

La operación se ha saldado con 10 detenidos, 8 en Córdoba y 2 en la localidad malagueña de Mollina 

Una intervención conjunta entre la Guardia Civil y la Policía Nacional en el marco de la 'Operación Califa Trucks', que sigue abierta, se ha saldado con 10 personas detenidas, ocho de los cuales se encuentran ya en prisión, y la intervención de más de 22 toneladas de hachís que iban camino de Francia camuflados en falsos tomates.

Parte de la resina de hachís intervenida en la Operación Califa Trucks
Parte de la resina de hachís intervenida en la Operación Califa Trucks

Así, la droga fue intervenida el pasado 10 de enero en unas naves de un polígono industrial de la localidad malagueña de Mollina, mientras que 8 de las 10 detenciones se han realizado en Córdoba donde residían los cabecillas de esta organización delictiva. 

Además de los 22.370 kilos de resina de hachís intervenida, los agentes participantes en la operación han intervenido siete coches, numeroso teléfonos móviles de última generación, un arma y una cantidad de dinero menor. Cabe destacar que la droga intervenida tendría un valor de unos 45 millones de euros en el mercado negro.

OPERACIÓN CALIFA 1
El hachís iba camuflado como si fueran tomates

La operación conjunta ha integrado a un gran número de efectivos de ambos cuerpos que llevan trabajando en este caso desde hace más de cinco meses y que ha implicado a varias provincias como Cádiz, Córdoba y Málaga. De hecho, la droga intervenida venía de Marruecos a través de Cádiz, se almacenaba en Málaga, aunque la organización intelectual y sus máximos cabecillas de la organización residían en Córdoba capital y fincas de la provincia. 

La subdelegada del Gobierno de España en Córdoba, Rafi Valenzuela ha destacado que se trata de "una operación sin precedentes y de gran dificultad". De hecho, supone la mayor cantidad de hachís incautada en una operación conjunta realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia de Córdoba. 

Por su parte, el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Juan Carretero, ha mostrado su satisfacción por lo que considera un éxito contra el narcotráfico y ha señalado que "estamos enfrentándonos a una delincuencia muy avanzada con muchos recursos en todos los sentidos y con unos delincuentes muy peligrosos".

El comisario jefe provincial de la Policía Nacional, Carlos Serra, ha especificado que tras la intervención de las 22 toneladas de hachís se llevaron a cabo cuatro registros en Córdoba donde se realizaron el resto de detecciones. 

Operación

La organización estaba fuertemente arraigada en Córdoba, en cuya capital residía su líder que se valía de un círculo de confianza con el que conformaba los distintos niveles de la red criminal. Contaba con un escalón inmediatamente inferior que se encargaba de dirigir la logística necesaria para el funcionamiento de la organización. Además, tendría a su cargo a otro vecino de la capital a cargo de aquellas labores necesarias para el transporte de las sustancias estupefacientes, así como a otro colaborador que realizaría, principalmente, las labores de seguridad y custodia que le encomendaba la dirección de la red criminal.

Asimismo, la organización se servía de varias personas que, unas de forma más estable y otras de manera esporádica, realizarían las labores de mayor riesgo, como son la custodia, la seguridad y la carga y descarga del estupefaciente.

Parte de la resina de hachís intervenida en la Operación Califa
Parte de la resina de hachís intervenida en la Operación Califa Trucks

El avance de la investigación permitió averiguar que la organización criminal presentaba una compleja estructura, rica en recursos humanos, técnicos y materiales y con una fuerte capacidad económica. Esto, unido a una amplia logística, oculta tras una aparente legalidad empresarial, dificultaba en gran medida el trabajo operativo y de análisis realizado sobre las distintas entidades que la conforman. Para ello utilizaban personas de 'paja', sin otra responsabilidad que figurar como responsables de las empresas utilizadas para el alquiler y/o adquisición de vehículos o inmuebles.

Más de 22 toneladas de hachís intervenidas

El pasado día 10 de enero, los investigadores pudieron averiguar que la organización pretendía distribuir un importante cargamento de droga, logrando detectar uno de los vehículos utilizados por los ahora detenidos en un polígono industrial de una localidad de la provincia de Málaga. Trasladaban varios palés de cajas que aparentemente contenían tomates a una furgoneta que una vez cargada emprendió la marcha. Al interceptar la furgoneta se comprobó que transportaba en su interior 2.600 kilos de hachís distribuidos en varias cajas de falsos tomates. El conductor y único ocupante del vehículo fue detenido.

Parte de la resina de hachís intervenida en la Operación Califa
Parte de la resina de hachís intervenida en la Operación Califa Trucks

Ante esta intervención, y al sospechar los investigadores que en varias naves del polígono industrial de la localidad de Málaga donde se encontraban pudiera ocultarse una mayor cantidad de droga, procedieron al registro de las mismas, localizando en su interior otros 19.700 kilos aproximadamente de resina de hachís. La droga estaba oculta en 18 palés de grandes dimensiones que contenían bolas de hachís que simulaban ser tomates. También fueron detenidas dos personas que trataron de esconderse bajo un camión.

Ministerio del Interior

Ante la aprehensión de estos dos alijos de resina de hachís, los agentes procedieron a la explotación de la operación, que se llevó a efecto los pasados días 11 y 12 de enero, realizando de forma conjunta y simultánea cuatro registros en la provincia cordobesa. Posteriormente el líder de la organización y de los principales integrantes de la misma fueron arrestados. La operación continuó con la detención, el pasado día 17, de otras tres personas implicadas. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

La investigación ha sido llevada a cabo, desde Córdoba, por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Policía Judicial de la Guardia Civil y el Grupo I de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional, junto con la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Fuengirola (Málaga) y de Barcelona y con el EDOA de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz.