SALUD

Oncóloga dice que el estudio molecular del tumor es vital para el tratamiento más adecuado en cáncer de ovario

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photo_camera La doctora María Jesús Rubio, jefa de servicio de Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Córdoba. - HOSPITAL QUIRÓNSALUD

El estudio de las alteraciones moleculares del tumor "es vital para realizar el tratamiento personalizado más adecuado en el cáncer de ovario", según ha destacado la jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Córdoba, María Jesús Rubio, que ha añadido que las revisiones ginecológicas son "fundamentales" para aumentar el diagnóstico precoz de este cáncer, pues hasta un 70 por ciento de los casos se diagnostica en etapa avanzada, por lo que ha insistido en la importancia de acudir a los controles rutinarios.

Según ha indicado la institución hospitalaria en una nota, Rubio ha señalado que cada año se diagnostican en España unos 3.500 casos de esta enfermedad, el 5,1 por ciento de los cánceres entre las mujeres, por detrás de los de mama, y es más habitual entre los 45 y 75 años. El cáncer de ovario, cuyo día mundial se celebra el próximo domingo, es el quinto tumor más frecuente en mujeres, el cáncer ginecológico con mayor mortalidad.

En estadios iniciales no suele producir ningún síntoma y el diagnóstico suele ser un hallazgo casual en una revisión ginecológica. En fases avanzadas de la enfermedad, la sintomatología es inespecífica, con dolor y distensión abdominal y digestiones pesadas. Los síntomas que nos pueden hacer sospechar son la presencia de ascitis, sensación de llenado gástrico rápido o la existencia de una masa abdominal palpable.

En cáncer de ovario, el atlas del genoma "nos ha enseñado que al menos existen cinco subtipos histológicos, cada uno de ellos con diferentes alteraciones moleculares y diferente evolución y respuesta a los tratamientos". Esto hizo que "comenzáramos a tratar a nuestros pacientes de manera individualizada, en un claro ejemplo de medicina de precisión: dar el tratamiento correcto a la paciente adecuada y en el momento oportuno", ha indicado la especialista, que ha grabado un vídeo con motivo de la próxima celebración del Día Mundial del Cáncer de Ovario ('https://youtu.be/kQe8sHQUebk').

La llegada de nuevas dianas terapéuticas como son los inhibidores de la PARP (enzima que repara el daño de las células y que se inhibe para que no repare las células cancerosas y éstas mueran) y su importante impacto en la supervivencia, está cambiando el pronóstico de las mujeres con esta enfermedad, por lo que hoy día es necesario conocer el estatus BRCA de estas mujeres en el momento del diagnóstico, esto es, saber si las pacientes padecen un cáncer hereditario o esporádico.

Además, la combinación de estas nuevas dianas con inmunoterapia nos da una esperanza de convertir esta enfermedad en fase avanzada en una enfermedad curable.

La doctora ha querido destacar que "la creencia de que si una madre ha padecido cáncer de ovario, sus hijas lo van a heredar no es correcta", ya que, si bien tener un familiar directo con esta enfermedad es un importante factor de riesgo, esto solo se produce entre el diez y el 15 por ciento de los casos.

PORTADOR DE LA MUTACIÓN

En este sentido, ha explicado que ser un familiar portador de mutación no significa que se vaya a desarrollar la enfermedad, sino que existe un mayor riesgo, por lo que la portadora sana tendrá que tener controles especiales y habrá que ir tomando decisiones a lo largo de la vida para reducir el riesgo de desarrollar este tumor.

La especialista ha llamado también la atención en la creencia de que "al diagnosticarse un cáncer de ovario en situación avanzada no existe tratamiento curativo, y esto no es del todo así". La realidad es que aunque la esperanza de vida es menor cuanto más avanzada está la enfermedad, sin embargo el 70 por ciento de pacientes se diagnostican en etapa avanzada y se tratan.

La combinación de la cirugía con enfermedad residual 0 (no enfermedad macroscópica visible) seguida de quimioterapia complementaria con antiangiogénicos --agentes reductores de la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tumor, impidiendo su crecimiento-- y posteriormente terapia de mantenimiento, ha supuesto un aumento de la supervivencia libre de enfermedad en pacientes con enfermedad avanzada y alto riesgo de recaída.

En los últimos años, y con un mayor conocimiento de la biología molecular de los tumores, se ha producido la llegada de las nuevas dianas terapéuticas, ya que "sabemos que al conocer no solo su histología, sino su biología molecular podemos realizar el tratamiento más adecuado y esto cambia la historia natural de la enfermedad", según ha resaltado la doctora.