La tarde del pasado sábado los vecinos de la calle Alfaros se llevaron un gran susto cuando a eso de las 18.30 horas una columna de humo alertaba de humo en el interior de los cines Isabel la Católica. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de Policía Local y Bomberos quienes comprobaron que algunas de las butacas del céntrico cine habían salido ardiendo, y eso a pesar de que el edificio se encuentra cerrado desde hace más de una década.
La pregunta que todos los allí presentes se realizaron en ese momento era ¿cómo unos sillones de un cine abandonado pueden salir ardiendo por arte de magia? ¿se trataba de un nuevo caso de Cuarto Milenio? Pues bien, la solución es más simple. Según constatan los vecinos que pudieron acceder al interior del edificio, se identificaron diversos tipos de latas y restos de comida en el interior de una de las salas, lo que hace sospechar que "algunos chavales se habían metido y habían estado haciendo uso de las instalaciones de forma indebida", señala el presidente de la Asociación de Vecinos de Alfaros, Jerónimo Carrillo. De hecho, entre las primeras hipótesis que los vecinos barajaban era que se tratase de unos indigentes "okupas" que de forma reincidente han estado accediendo al interior de los cines.
El presidente de la Asociación de Vecinos también ha informado a este periódico que una vez los agentes y los bomberos pudieron acceder al interior de los cines, se comprobó como una ventana había sido forzada, teniendo los cristales rotos. Acto seguido, el mismo Carrillo se puso en contacto con el propietario de los cines para informarle sobre los hechos. De esta forma, horas más tarde tanto la ventana como la puerta de emergencia de los cines había sido cerrada a cal y canto, con el fin de evitar nuevos incidentes.
Este extremo ha sido confirmado por el Parque de Bombero de El Granadal encargado de prestar el servicio el pasado sábado. Según han explicado a este periódico, una vez accedieron al interior de los cines se pudo comprobar restos de basura, además de muchísima suciedad.
