Un comunicado firmado por el vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad, Antonio J. Cubero Atienza, dirigido a la comunidad universitaria, advierte de que ocho cafeterías que funcionan en las instalaciones de la UCO no van a estar abiertas cuando comience el nuevo curso, por lo que, entre tanto, "se va a reforzar el servicio con máquinas 'vending'". Una situación que nunca antes había ocurrido en la Universidad cordobesa.
La necesidad de convocar nuevos procedimientos de contratación para el servicio vino motivada por la "obligatoria resolución de los contratos con los anteriores adjudicatarios por incumplimiento de sus obligaciones contractuales, entre otras, no acreditar estar al corriente en sus obligaciones con Hacienda, según indica la nota.
Por ese motivo, la Universidad ha debido sacar a licitación pública ocho de sus cafeterías, en concreto, se trata de las que hay en la Facultad de Ciencias de la Educación, la Escuela Politécnica Superior de Belmez, el aulario interior, el aulario exterior, el Paraninfo y la residencia Lucano del Campus de Rabanales, la Facultad de Filosofía y Letras, y la del Rectorado.
Pues bien, según esa mismas misiva pública, a la que ha tenido acceso este periódico, con fecha 19 de junio, la Universidad pública cordobesa convocó la licitación, y con fecha 26 de julio, tras resolverse el procedimiento correspondiente, se procedió a notificar a las empresas seleccionadas la adjudicación de las distintas cafeterías, en el ánimo de que los contratos quedasen firmados antes del actual verano y las cafeterías estuviesen operativas para, a más tardar, el mes de septiembre.
"Sin embargo, y debido a la situación de deuda con la Seguridad Social que mantienen algunas de las anteriores empresas adjudicatarias, (deuda que no había sido notificada por la Seguridad Social a esta Universidad y cuyo importe se desconocía), la posibilidad de que dicha deuda pueda ser derivada y exigida por la Seguridad Social a las nuevas empresas adjudicatarias, y la obligación de subrogar al personal que impone el propio Convenio Colectivo de la hostelería, han complicado de forma muy importante la formalización de los correspondientes contratos para la prestación del servicio, estando aún algunos de ellos pendientes de firma al día de la fecha", abunda el comunicado del vicerrector.
No obstante, y a pesar del periodo de cierre institucional, durante el mes de agosto se han realizado diversas gestiones, tanto con la Seguridad Social como con las propias empresas adjudicatarias, tendentes a clarificar la situación con el objetivo de que las adjudicaciones y los contratos pudieran formalizarse y, por tanto, pudiera iniciarse la prestación del servicio.
Así, en el caso de algunas de las cafeterías, la Seguridad Social procedió al embargo de todos los bienes propiedad del anterior adjudicatario. Y con fecha 20 de agosto se mantuvo una reunión con las empresas adjudicatarias, a las que se ha informado de todos los extremos necesarios para clarificar la situación hasta donde ha sido posible.
Pues bien, por todas estas causas, hasta los primeros días del inminente mes de septiembre no se podrán terminar de formalizar los contratos con las empresas que finalmente decidan continuar con la adjudicación, una vez conocidas las circunstancias que ésta lleva aparejada, y las empresas que finalmente resulten adjudicatarias habrán de disponer de un periodo de tiempo para adecuar las instalaciones, subrogar al personal e iniciar el servicio, "por lo que no es previsible que al inicio del curso académico las cafeterías estén en funcionamiento".
En este sentido, Cubero Atienza añade que "no podemos, de momento, prever la fecha exacta en que las cafeterías estén operativas", pero mientras se intentarán agilizar las adjudicaciones, en la medida de las posibilidades de la UCO, ya que depende de las empresas adjudicatarias aceptar esta situación y poner en marcha los respectivos servicios de cafetería.
