CARTA SEMANAL OBISPO DE CÓRDOBA

El obispo pide que "desaparezca del mundo la venganza" tras el asesinato del misionero cordobés

El obispo ha destacado también que el salesiano asesinado ha gastado su vida entera en el servicio a los más pobres como misionero en África

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández
photo_camera El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha recordado que "hace pocos días un misionero salesiano, Antonio César Fernández, nacido en Pozoblanco (Córdoba), ha sido asesinado en Burkina Faso por ser misionero", hecho ante el que ha pedido que "desaparezca del mundo la venganza, la revancha, el enfrentamiento y el odio, y que el mundo se llene del amor de Cristo"

A este respecto y en su carta semanal, Demetrio Fernández ha señalado que Jesucristo propuso "un mandamiento nuevo: 'Amaos unos a otros como yo os he amado'", pues "en su corazón no hay venganza ni resentimiento" y, por eso, aunque "la civilización humana ya dio un salto tremendo con el paso de la ley de la selva a la Ley del Talión", lo cierto es que ese "mandamiento es toda una revolución en las relaciones humanas".

De hecho, según ha subrayado Demetrio Fernández, "otro salto importante en las relaciones humanas viene dado por el Decálogo que Dios entrega a Moisés: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo', pero en esta ley que Moisés recibe en el Sinaí está permitido odiar a los enemigos", de modo que, según ha insistido el obispo, "la cumbre del amor viene marcada por la actitud y el mandamiento de Jesucristo: 'Amaos como yo os he amado', y no puede haber listón más alto, porque en este mandamiento se incluye lo que este domingo nos proclama el evangelio: 'Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada'".

Precisamente, según ha resaltado el obispo en su carta semanal, el salesiano asesinado "ha gastado su vida entera en el servicio a los más pobres como misionero en África", pues "el carisma salesiano le llevó a dedicarse por entero a los niños y jóvenes más pobres, y en ese tajo de entrega plena ha dado la vida, incluso con el derramamiento de su sangre", destacando Demetrio Fernández que "quién arriesga su vida de esta manera" es "el que vive el amor de Cristo", y este misionero ya es, "para la Iglesia y para la humanidad, el testimonio heroico de una vida entregada con amor".

Tras ello, el obispo ha preguntado, "si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?", pues "eso lo hacen también los paganos" y "para eso no hace falta ni la gracia de Dios, ni el Espíritu Santo, ni la fuerza de Jesucristo" y, en cambio, "para amar al estilo de Cristo, para tener sus sentimientos, hace falta la gracia de Dios y la ayuda de lo alto".

En consecuencia, Demetrio Fernández ha pedido "que desaparezca del mundo la venganza, la revancha, el enfrentamiento y el odio, y que el mundo se llene del amor de Cristo", ya que "esta es la verdadera revolución, la que cambia el mundo, la revolución del amor".