CRISIS DEL CORONAVIRUS

El obispo anuncia que esta Navidad sí habrá misa del gallo

También se celebrarán el resto de misas previstas para esas fechas
Misa del obispo
photo_camera Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha anunciado que, por lo que se refiere a la celebración de los actos litúrgicos propios de la Navidad y dada la presente situación de estado de alarma por la pandemia del coronavirus covid-19, "haremos todo lo que nos permitan las autoridades sanitarias, que trabajan para el bien común", si bien ha asegurado que "tendremos los actos propios de la Navidad: Misa del Gallo y todas las demás".

En este sentido, Demetrio Fernández ha explicado que, afortunadamente, "en España las autoridades han demostrado que son sensibles a la dimensión religiosa de la persona", mientras que "en otros países no ha sido así".

Por eso y "en virtud del reconocimiento de un derecho constitucional, el de la libertad religiosa, tendremos los actos propios de la Navidad: Misa del Gallo y todas las demás, porque las personas, y más en este momento de pandemia, necesitan a Dios" y, de hecho, según ha subrayado, "para eso celebramos la Navidad", para tener a "Dios con nosotros", porque "todos estamos necesitados de la alegría que viene de Dios, y eso es Navidad, y no podemos vivir sin ella, sin Dios".

Liturgia a distancia

En cuanto a la posibilidad de que se mantenga la tendencia, reforzada en la pandemia, del empleo por la Iglesia Católica, en general, y la Diócesis de Córdoba, en particular, de los medios telemáticos, de la televisión y de la radio para llevar a los fieles los actos litúrgicos, el obispo ha reconocido que "los medios de comunicación", por todas las vías descritas, "son en nuestra época una gran ayuda para todo, pero no suplen las celebraciones litúrgicas presenciales".

Así, Demetrio Fernández ha señalado que "necesitamos ver, oír, palpar, oler y abrazarnos, y eso no lo dan los medios", porque "Dios no es una idea, es tres Personas con las que tratar, y el Hijo se ha hecho carne para que lo palpemos y lo comamos en la Eucaristía.

Por eso, aunque "los medios ponen al alcance todos estos misterios, sobre todo para los que no pueden acudir presencialmente", lo cierto es que "necesitamos ir a la Iglesia y comunicarnos como comunidad cristiana, necesitamos vernos como asamblea litúrgica y como pueblo de Dios, y también necesitamos comer la carne gloriosa del Señor en la Eucaristía", e igualmente "necesitamos recibir el perdón de Dios en el sacramento", y todo ello, en la situación actual, "con todas las distancias necesarias".

Semana Santa

Respecto al hecho de que, precisamente a causa de la pandemia, este año no se celebrasen las procesiones de Semana Santa y que, por el mismo motivo, podrían no celebrarse tampoco en 2021, Demetrio Fernández ha argumentado que, "para las cofradías y para la piedad popular es un golpe muy fuerte el no poder salir en estación de penitencia y desfilar por las calles de la ciudad y de los pueblos".

"Ojalá podamos salir en el año 2021 --ha rogado--, aunque la cosa pinta mal" y, en ese caso, "inventaremos formas para que la devoción a los sagrados titulares, el Señor y su Madre bendita, no decaiga, sino que se refuerce en esta pandemia", sin olvidar, por otro lado, que éste "es tiempo de formación más intensa, de cursos 'online', y las obras de caridad y la atención a los pobres ahí están permanentemente", aunque "las cofradías no se han achicado y tienen ganas de explayarse, todo llegará".

Menos turistas

Finalmente y en cuanto a la merma de ingresos que supondrá para la Diócesis de Córdoba este año el menor número de turistas que, a causa del covid, han visitado la Mezquita-Catedral, el obispo ha dicho que, "evidentemente, la pandemia ha situado a todo el sector turístico de nuestra ciudad en estado de ayuno, también a la Mezquita-Catedral".

"Esto --ha concluido-- nos ayudará a ser más austeros en todo y a saber compartir más con los demás lo que recibimos", añadiendo que, en cualquier caso, "el culto no se ha resentido, y continuamos celebrando cada día los cultos habituales", pues "en este tiempo, más que nunca, necesitamos elevar nuestros corazones a Dios e intensificar la oración personal y comunitaria en favor de un pueblo que sufre, y la Mezquita-Catedral es ante todo un lugar de culto a Dios, y ha permanecido abierta para el culto todos los días de la pandemia".