Firma de la declaración

Cuatro ciudades quieren ser ejemplo mundial de convivencia, paz y diálogo

Córdoba, Granada, Sevilla y Nürnberg quieren ser el inicio de un movimiento que atraiga a numerosas ciudades más de todo el mnundo

Nurenberg

La ciudad palatina de Medina Azahara, paradigma del esplendor Omega cordobés y recientemente (el 2 de julio pasado) declarada Patrimonio de la Humanidad, ha servido de escenario esta mañana para la firma de una declaración histórica en Córdoba entre ciudades por la Paz, la Convivencia y el Diálogo, que en principio las conforman la anfitriona cordobesa, Sevilla, Granada y Nürnberg (Núremberg, en castellano). Las tres primeras, como indicó la alcaldesa de córdoba, Isabel Ambrosio, "ejemplo de convivencia de culturas y la cuarta, capital europea de los derechos humanos, después de haber sido el referente del régimen que más los destrozó", en alusión al nazismo.

La firma y presentación se llevó a cabo ante los alcaldes de estas cuatro ciudades, además de la de Essaouira, el viceconsejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, José Medina; el presidente de la Fundación Tres Culturas, André Azoulay; el director de Casa Árabe; la subdirectora de la Fundación Pluralismo y Convivencia; el director de la Cátedra de Resolución de Conflictos de la UNIA, y el director de la Fundación Paradigma. Según la regidora, la idea es "llegar a ciudades de todo el mundo, para que desde el ámbito más cercano al ciudadano, podamos contribuir a aportar soluciones a los conflictos globales, nacidos en la mayor parte de los casos, por la falta de un diálogo cada vez más necesario". Es decir, que la declaración vaya acumulando cada vez más firmas y adhesiones por ciudades del resto del mundo.

El ejemplo de Qurtuba con su 'Paradigma de Córdoba', presenta lo que fue la alianza mediterránea entre los siglos IX y XI, a través de la convivencia de tres culturas y religiones y de un extraordinario legado romano, que "constituye uno de los periodos más brillantes de nuestra historia", y que pretende ser un modelo para Europa, el Mediterráneo y Latinoamérica.

El caso es que desde la guerra de los Balcanes, en la década de los 90 del siglo pasado, Europa ha podido vivir una larga etapa de paz tras la II Guerra Mundial, en la que se ha conseguido prosperar hasta el punto de que hoy hay 27 países, 500 millones de personas y una renta media de 42.000 euros. Un buen inicio pero insuficiente para lo que depara el futuro.  "Lamentablemente, estas bases importantes son sin duda un estímulo para seguir apostando por el proyecto europeo, pero no suponen una garantía de futuro", ha explicado Ambrosio.

Los enemigos de esa paz siguen siendo la desigualdad social, el ascenso de los nacionalismos y populismos o la incapacidad de las instituciones de la Unión para hacer frente a situaciones críticas, como ha sido el caso de las últimas olas migratorias. Y esta es la razón principal de la firma de esta declaración.