Así, uno de los internos del departamento de Aislamiento, donde residen los más conflictivos e inadaptados al régimen ordinario de vida en el establecimiento penitenciario, ha comenzado la mañana de hoy amenazando "con cortar a pedazos" a los funcionarios, lanzando la comida a uno de los trabajadores encima y ensuciando su uniformidad y cabello.
Seguidamente, y retando a los funcionarios a entrar en la celda, les ha provocado con amenazas de muerte e insultos diciendo que hoy iban "a morir como guerreros", según sus propias palabras, mientras escondía algo en la mano derecha que se negaba a enseñar.
El suelo enjabonado
Una vez el jefe de servicios dio autorización para entrar en la celda, el interno ha aprovechado la ocasión para lanzar jabón al suelo, de modo que los funcionarios resbalaron entrar y cayeron al suelo. Ha sido entonces cuando el interno se ha abalanzado sobre ellos para golpearlos con el pomo de la ventana que previamente había arrancado.
Con gran esfuerzo, debido a la pequeña dimensión que tiene la celda, y gracias a su gran profesionalidad, los funcionarios consiguieron reducirlo y solventar la situación. Pero eso ha tenido sus consecuencias.
Como resultado de estos hechos hay cuatro funcionarios agredidos que han tenido que ser previamente atendidos en la enfermería del centro, si bien uno de ellos ha tenido que ser trasladado a Urgencias del Hospital Reina Sofía con una dolorosa rotura de hombro. Al final de la tarde, los otros tres también han sido trasladados al centro hospitalario de la capital cordobesa, según las mismas fuentes.
"Esta situación ya no se puede aguantar más, los trabajadores estamos hartos, porque cualquier día nos va a costar la vida a uno de nosotros", ha señalado la asociación.
Cambio de uniforme
Por ello, Tu abandono me mata ha denunciado, una vez más, que los dirigentes de prisiones "no tienen en cuenta a un colectivo tan maltratado como éste, que ni siquiera, y a pesar de las múltiples agresiones que sufrimos, tenemos la consideración de agentes de la autoridad". Una cuestión, que en opinión de los funcionarios haría que se redujeran las agresiones de formas considerable.
De este modo, los medios materiales son pocos, obsoletos y no adecuados a las necesidades actuales del trabajo en un centro penitenciario. Es más, el uniforme con el que han intervenido los funcionarios "es más propio para trabajar en una oficina que en un centro penitenciario donde se dan situaciones de peligrosidad".
De hecho, los pantalones que llevan son de pinza, muy duros y como de cartón, mientras que en la parte superior visten camisa con corbata y un chaleco muy poco operativo. Frente a eso, recomiendan un cambio de uniforma más parecido al que llevan los agentes d ella Policía nacional en la calle, con pantalones elásticos y también botas.
Igualmente, la formación recibida por parte de la Administración "es nula con lo cual actuamos utilizando nuestra propia intuición. A eso se le añade que la retribución salarial ha quedado "anclada en el pasado", pues hace más de 15 años que tienen un sueldo que no se corresponde con la peligrosidad y penosidad que soportan en el día a día del colectivo. "Aparte de las secuelas sicológicas por las graves situaciones de tensión que se dan a diario", incide la asociación.
