600 NUEVAS PAREJAS ACUDEN ANUALMENTE A LA UNIDAD DE REPRODUCCIÓN DEL REINA SOFIA

Cuando el sueño de ser padres (por fin) se hace realidad

Cada año nacen en el hospital cordobés una media de 160 niños gracias a técnicas de reproducción asistida. Las técnicas más sencillas como la ovulación inducida y la inseminación artificial  no cuentan con lista de espera mientras que para someterse a la In Vitro hay que esperar aproximadamente año y medio 

barriga embarazo
photo_camera Cristina consiguió su embarazo gracias a la fecundación in vitro a la que se sometió en el hospital Reina Sofía

Conseguir las dos rayitas en un test de embarazo se ha convertido en una misión casi imposible para muchas parejas cordobesas que ven la paternidad como un anhelando sueño difícil de cumplir. A la edad cada vez más tardía de las mujeres para ser madres, se suman otros factores como el estrés, una mala alimentación, el sedentarismo,  el tabaquismo, y también, la ansiedad por conseguir el ansiado positivo en la mayor brevedad de tiempo posible, lo que la mayoría de las veces crea un efecto negativo sobre la pareja que vive el proceso de la búsqueda de embarazo como algo totalmente estresante. Cuando una pareja decide tener hijos, quiere tenerlos ya, y no entiende que en cada ciclo existe, de manera natural , un 20% de probabilidades de conseguir el embarazo, por lo que en una pareja sana se considera normal que este proceso se dilate hasta un año, más allá de este plazo, se recomienda consultar a un especialista.

En el Hospital Reina Sofía de Córdoba nacen cada año una media de 160 niños mediante técnicas de reproducción asistida. El jefe de la Unidad, el doctor Juan Lorente, señala el número de parejas que pasa por el hospital cordobés cada año " se ha estabilizado en unas 600 parejas al año, es una cifra que se  ha venido manteniendo en los últimos tres y cuatro años", aunque resalta que "lo que sí ha estado incrementándose es la edad a la que vienen  a consulta las mujeres por primera vez, si hace unos años la edad media era de 32 años y ahora estamos en los 34 años".  

CORDOBA. 07/12/2016. ENTREVISTA AL DOCTOR JUAN LORENTE EN REINA SOFIA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Junto al problema de la edad, el tabaquismo es otro de los factores que influye negativamente ante a la hora de conseguir el embarazo y es que según este especialista " en primer lugar hace que los óvulos no tengan calidad y que en los primeros meses de embarazo haya mayor probabilidad de aborto". Además en el caso de la mujer, añade, fumar va destruyendo el propio ovario por lo que lo se llega antes a la menopausia y es lo que en reproducción llamamos como ovarios de baja reserva".

En la sanidad pública, se ofrecen tres tipos distintos de tratamiento que variarán en función del problema que presente cada pareja. En primer lugar, se encuentra la inducción a la ovulación, por la que mediante la toma de un medicamento se hace que la mujer ovule indicándole los días más fértiles para mantener relaciones con la pareja de manera que se aumente la posibilidad de éxito de lograr el embarazo. Este método está especialmente indicado para aquellas mujeres cuyos ciclos sean irregulares, por lo que detectar la ovulación sea más complicado, y cuyas parejas, en caso de que sean hombres, no presenten ninguna alteración en el semen. En el Hospital Reina Sofía se hace un máximo de cuatro ciclos con este tipo de tratamiento.

Partos hospital de Montilla

El siguiente paso, en caso de que la inducción a la ovulación no de positivo, o en caso de que el hombre presente algún tipo de problema en el semen como mala calidad o baja cantidad y movilidad de espermatozoides, es la inseminación artificial. La tasa de éxito en esta técnica "varía bastante", explica el doctor Lorente, ya que "aquí hasta hace unos años teníamos tasas muy bajitas y ahora hemos subido como la espuma, tienden una tasa por pareja de alrededor del 40%".  Pero el Hospital Reina Sofía no solo realiza estas técnicas a parejas de hombre y mujer, también a mujeres que deciden ser madres solteras y a parejas de mujeres homosexuales. En el caso de la inseminación con donante "estamos teniendo los datos inversos", dice el doctor, "antes teníamos unas tasas excelentes y ahora vemos que esos datos han ido empeorando, pero creo que se debe a que sobre todo cada vez más la mujer soltera que viene a consulta para ser madre es cada vez más mayor, con una media de edad entre los 37 y los 38 años". 

Cabe resaltar que para estos dos tipo de tratamiento, tanto la ovulación inducida como la inseminación artificial, no existe lista de espera en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Tan solo hay que realizarse los estudios de esterilidad y una vez con los resultados en la mano se pueden empezar los tratamientos. 

Por último se encuentra la Fecundación In Vitro, la técnica de reproducción más compleja y también la que mayor tasa de éxito tiene. La lista de espera está en torno a un año y año y medio en el hospital cordobés, por lo que en muchas ocasiones, las parejas desisten de esperar este plazo y deciden acudir a clínicas privadas. Con la mejora de las técnicas de reproducción asistida ha descendido el número de embarazos múltiples, y es que como explica el doctor Lorente, en el Hospital Reina Sofía, hace ya "más de un año que no ponemos tres embriones", lo normal, señala "es poner uno o dos" y "en caso de que salgan muy buenos lo que hacemos en congelarlos". 

CORDOBA. 07/12/2016. ENTREVISTA AL DOCTOR JUAN LORENTE EN REINA SOFIA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Cristina Segundo y su marido Tomás, son una de las casi 600 parejas que cada año pasan por la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Su experiencia ha sido positiva y es que esta pareja serán padres el próximo año gracias a la ayuda de los profesionales del hospital cordobés. Su caso comenzó hace tres años, cuando después de un año "buscando bebé" Cristina no se quedaba embarazada. Tras acudir a su médico de cabecera y realizarse pruebas diagnósticas como citologías y análisis de sangre, son derivados a Reproducción. Allí les realizan las pruebas pertinentes de esterilidad en las que se observa que Cristina tiene las trompas de Falopio obstruidas por lo que "jamás podré ser madre de forma natural ya que el espermatozoide no puede llegar hasta mi óvulo, así que la única opción que me dan es ir directamente a la In Vitro". A Cristina, de 33 años, no le echó para atrás el hecho de tener que esperar una lista de espera de año y medio ya que según cuenta, "yo me siento muy joven y no tengo nada de prisa, por lo que en ese año me dediqué a vivir y a viajar mucho con mi marido". Cristina agradece a su pareja todo el apoyo y comprensión dedicado durante este tiempo ya que "sin él nada de esto hubiera sido posible". 

Un día, suena el teléfono. Y se produce la llamada que desde hace más de un año llevaban esperando. Por fin tienen cita para comenzar con el tratamiento de la Fecundación In Vitro, "ese día lo vi todo un poco más cerca", relata Cristina. Nuevamente hubo que comenzar con el estudio de fertilidad  y el seguimiento, y cuando todo parecía que iba a ver la luz surge un nuevo problema para la pareja y es que "poco antes de que me extrajesen los óvulos descubren que tengo un líquido tóxico que jamás iba a permitir que el embrión se implantase en mi útero así que me tienen que operar lo que demora otros meses mi sueño de ser mamá".

Pasa la operación y una vez recuperada Cristina vuelve a sus tratamientos de fertilidad. Y por fin llega el día de la primera In Vitro, en la que no hubo suerte, ya que fue necesario un segundo ciclo para que esta pareja de cordobeses pudieran ver las dos rayitas en el test de embarazo. Según cuenta Cristina, "yo hice lo que me dijeron, no me hice ningún test en casa hasta que en el hospital no me hicieron el análisis de sangre para comprobar si había habido suerte o no y cuando el médico me dijo que sí, que esta vez si lo habíamos logrado fue algo que de primeras tuve que asimilar porque de verdad que no me lo podría creer, estaba embarazada".

Ahora Cristina se encuentra en su semana 12 de embarazo. Sus primeras semanas han transcurrido con normalidad y salvo "algo de sueño los primeros días y sensación de mareo como de estar en un barco, todo lo demás ha ido genial".