En la búsqueda de una "muerte digna"

Maetzu: “Hay que sacar la muerte del tabú del dolor y del sufrimiento”

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maetzu, asiste esta mañana a una jornada en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV), titulada ‘Morir en Andalucía, Dignidad y Derechos’. 

El defensor del Pueblo Andaluz en Córdoba
photo_camera El defensor del Pueblo Andaluz en Córdoba

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maetzu, ha asistido esta mañana a una jornada en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV), titulada ‘Morir en Andalucía, Dignidad y Derechos’, junto a una representación de la unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Reina Sofía. En concreto, el Defensor del Pueblo ha asistido a la capital cordobesa, y a este encuentro, para presentar el informe que cada año realizan desde su oficina y que en 2017 se ha centrado en el cumplimiento de una norma pionera que convirtió a Andalucía, hace 8 años, en la primera comunidad en regular el derecho a una muerte digna -la atención a la muerte-. 

“Hemos destinado muchos recursos a la primera etapa del nacimiento, pero no hemos tocado los últimos momentos de una persona”, ha explicado Maetzu. Por este motivo, “ahora toca recomponer la muerte”. Hoy, en una sociedad en la que hay una prolongación de vida que llega hasta los 90 años, “la última etapa es muy importante, hay que sacar a la muerte del tabú, del dolor y del sufrimiento”. 

“Los cuidados paliativos, testamento vital, o el consentimiento informado”, serán los temas que se traten en las jornadas y que están intimamente relacionados con el informe presentado por el defensor del pueblo a la Junta de Andalucía. Además, en la jornada se ha ido más allá “con el debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido”.  

Y es que para el Defensor del Pueblo Andaluz, a pesar del avance de esta comunidad en la materia de la ley por una muerte digna, “todavía existen carencias que se deben solventar”. De esta forma, ha hecho especial hincapié en los menores de las zonas rurales, “que fallecen en los hospitales y que tienen derecho a morir en sus hogares, con la intimidad de sus familiares”, ha explicado Maetzu. Asimismo, tampoco sale bien parada en este informe es la información recibida que “es mala” para más de la mitad de los encuestados. 

El informe ha tenido un tiempo de elaboración de un año y para su realización se ha consultado con pacientes, cuidadores -“que tienen un papel fundamental”-, profesionales del sector y por propios gestores de los centros hospitalarios.