Trasplantada de médula ósea

Lidia Piñeiro: "Nos ahogamos con pegos sin darnos cuenta de nuestra suerte por estar sanos"

El Reina Sofía hace un llamamiento a la donación de médula ósea, que implica una muestra de sangre en el Centro de Transfusión Sanguínea y la propia donación si aparece un paciente compatible. Los médicos aseguran que no duele

Lidia Piñeiro, trasplantada de médula ósea
photo_camera Lidia Piñeiro, trasplantada de médula ósea

"Nos ahogamos por pegos y tonterías, y no nos damos cuenta de que si tienes salud lo tienes todo". Hay que haber estado muy mal para decir estas palabras y sentirlas de verdad. Le ocurrió a Lidia Piñeiro, cordobesa a pesar del apellido, quien el 25 de agosto de 2010 le diagnosticaron que tenía leucemia linfoblástica aguda (también denominada leucemia linfoide aguda o LLA) con cromosoma filadelfia positivo. Un cáncer con todas las de la ley. Un anuncio demoledor de los que te deja sin capacidad para comunicárselo a la familia, en su caso a su marido, y con el que "se te para el tiempo, y empiezas a ver pasar la vida sin formar parte de ella".

Lo empezó a notar porque le aparecían cardenales en el cuerpo, "que a veces achacaba a golpes que me podía dar" y una pintitas rojas, además de que, siendo como es una persona vital, "me encontraba cada vez más decaída, y la cabeza se me iba y estaba más distraída". Como hace el 90 por ciento de la población, acudió a Internet para tratar de averiguar lo que le estaba pasando y comenzó a sospechar la terrible verdad, "pero no sabía cómo decírselo a nadie de los que tenía a mi lado". Y un buen día, en el médico se desplomó y perdió el conocimiento.

Desde entonces, se estuvo apoyando en sus dos hijos, "que son mi mayor fuerza", para no acabar hundiéndose, además de recibir "duros" ciclos de quimioterapia, con los que la enfermedad ciertamente se fue frenando. Pero su vida era de encierro y de un "aislamiento total".

Lidia Piñeiro

Finalmente, en febrero de 2018, la hematóloga Inmaculada Herrera le realizó el trasplante de médula que necesitaba. Lidia es, de hecho, una de los 1.821 trasplantados con este tejido de los últimos 40 años en el Hospital Reina Sofía, y su vida cambió de formar radical. Para bien.

"Es como volver a funcionar de nuevo; sientes la vida por completo, notas que estás viva con esos pequeños detalles que nos olvidamos de ellos o no les damos importancia cuando no tenemos una enfermedad grave", explica. Habla del viento besándole la cara, la lluvia mojándole el pelo, alegrarse con un amanecer, respirar, sentir con plenitud, que es lo que se olvida la gente con el día a día gris y monótono. Ella tuvo que tocar fondo para recuperarlo todo, pero no fue fácil.

"Si logré que me trasplantaran fue gracias a mi hermana, porque no había nadie en el Banco de Donantes que coincidiera conmigo", explica Piñeiro. Pero es que ella no sabía que tuviera una hermana hasta hace poco, porque su padre la abandonó cuando era niña y se marchó a Barcelona, donde tuvo esa otra hija. "Cuando lo descubrimos, les planteamos la situación y enseguida me dijeron que sí". Gracias a eso "estoy viva y he podido bailar de alegría con mi hermana bajo la lluvia, porque las dos teníamos la necesidad de sentir cómo nos caía encima".

Un final feliz que desvela un problema de fondo. El tremendo desconocimiento que hay sobre la posibilidad de ser donantes. Y si algo han dejado claro esta mañana las doctoras Inmaculada Herrera y Carmen Martín Calvo es que es una técnica que no duele, porque en la inmensa mayoría de los casos, en un 90%, es como una transfusión de sangre, y en el 5% restante, en los que sí hay que pinchar el hueso para sacar la médula, se lleva a cabo con anestesia local.

Para ser donante de médula, además de ser generoso, se requiere únicamente de ir al Centro de Transfusión Sanguínea del Hospital y dar a conocer esa voluntad. Su sangre quedará registrada y cuando en cualquier rincón del mundo aparezca alguien que necesite su médula y ambos sean compatibles, se le llamará y en dos horas habrá entregado la cantidad necesaria para cambiarle la vida por completo a otro ser humano. Tan sencillo como eso.

Por eso, esta misma mañana se ha hecho un llamamiento para que la gente se anime a dar médula y sigan aportando motivos para agrandar la fama de los cordobeses y las cordobesas, que lideran los ranking de donaciones.