"Estamos desbordados". La borrasca Elsa ha dejado huella a su paso por la capital cordobesa con ramas, árboles, muros, fachadas, cornisas y vallas de publicidad caídas, con vientos que en estos últimos tres días han superado los 81 kilómetros por hora. No es de extrañar, por tanto, que la bandera del monumento a las víctimas del terrorismo fuera retirada en prevención de daños mayores.
Fuentes del Servicios de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) han señalado a este periódico que siguen saliendo con llamadas de personas que descubren los destrozos con la luz del día, como ha sido, por ejemplo, el caso de un saneamiento de cornisa en la Avenida Virgen de las Angustias esta misma mañana. "Es la resaca del temporal".
La jornada de ayer sí fue realmente angustiosa para los funcionarios del SEIS, a quienes todos los grupos municipales reconocieron y agradecieron, junto a la Policía Local, Protección Civil, Policía Nacional y Guardia Civil, su enorme esfuerzo para que la situación, ya de por sí mala, no fuera a peor. Un total de 90 salidas fue el saldo de actuaciones, para lo cual hubo que echar mano de una decena de personas que se encontraban disfrutando de su merecido descanso y que sin dudarlo lo dejaron todo por ayudar a sus compañeros, con gran profesionalidad.
"Por ahora" la mañana está siendo más tranquila, señalan las mismas fuentes, que no paraba de atender llamadas de personas preocupadas por la situación de algunas ramas o árboles a punto de derribarse uy que se ha dejado en manos de Parques y Jardines, con lo que hasta el próximo lunes tendrán que esperar a ser atendidos.
Evidentemente, el Guadalquivir viene crecido y ayer mismo en la zona de Encinarejo, entrando hacia la estación de bombeo, el agua devoró hasta una treintena de suelo firme en el carril de circulación, mientras que en Alcolea la carretera de La Lancha se hizo casi impracticable por la enorme balsa de agua que se había acumulado sobre el asfalto.
Según Paco león, presidente de la Plataforma de Afectados por el Guadalquivir, la situación recordaba un tanto a la de 2010, con las inundaciones que provocó entonces el río, con la salvedad de que en esta ocasión, "los pantanos estaban muy vacas y no se ha tenido que desembolsar para evitar desbordamientos", con lo que la situación no ha llegado a mayores.
El parte de incidencias de la pasada madrugada es bastante abundante. Así hubo caída de árboles en la Avenida de la Igualdad (a las 22,17 horas), en Profesor Lucena Conde número 2 (a las 22.21 horas), en calle El Mayoral (a las 22.55 horas), en el 42 de Avenida Carlos III (a las 23.35 horas), en la urbanización El Jardincito (a las 23.45 horas), en Pintor Racionero Castro (a las 23.49 horas) y en la Avenida de Cádiz (a las 05.15 horas).
En la parcelación La Altea, sobre las 00.30 horas comenzó a entrar agua en la parcela más próxima al río, por lo que se dio aviso a los vecinos, que entonces quedaron pendientes de la situación, según el parte elaborado por el subinspector jefe de turno (el tercero) por las inclemencias meteorológicas.
Es más, a las 04.00 horas de la madrugada se tuvo que desalojar al joven que se encontraba en la casa y que, finalmente, fue trasladado a la casa de un familiar próximo al lugar.
De igual modo, en Alcolea se mantiene el caudal del río, igual que ocurrió a la entrada de ese tercer turno, por lo que se mantiene la vigilancia en ambas zonas.
