El Gran Teatro escuchará los próximos 5 y 7 de marzo entre sus paredes a Astrafiammante, la Reina de la Noche, con el aria que quizá sea la más famosa de la historia de la ópera, y que sonará a través de la maravillosa garganta de la soprano Victoriana de Amicis, en una producción valiente y arriesgada y de claro color cordobés de la Flauta Mágica, de Mozart, la cuarta ópera más representada de la historia.
Semejante evento merecía que se concentraran en el Gran Teatro de Córdoba los principales protagonistas de dos actuaciones que brillarán con intensidad no sólo por la pieza en sí, sino por la calidad de quienes la van a representar, como es el caso del joven tenor cordobés Pablo García-López, como Tamino, quien ha asegurado sentirse "super feliz" con participar de esta iniciativa, ya que "Mozart me ha acompañado durante toda mi vida" y prácticamente podría considerar como su talismán particular al compositor austriaco. También estaba la soprano andaluza Ruth Rosque, que tiene el papel de Pamina.
El director de escena Francisco López, ha señalado que La Flauta Mágica "no es una opera fácil; es muy completa y cuando la conoces a fondo ves que hay dos razones para sea así: Es una música mágica muy especial y no sabes de dónde procede y el efecto que tiene para elevar nuestro espíritu y alma en la apuesta por el amor y la felicidad".
Se trata de un gran espectáculo pensado para un público muy popular. Por este motivo, las partes no cantadas, fundamentales para seguir la historia sin perderse, serán algo más reducidas y castellanizadas desde el alemán original de Mozart, de modo que "el tema no se aleje del publico".
Parte de esa grandeza se basa en que sobre el escenario hay un equipo "muy bueno" de 15 papeles solistas que tienen que saber remar, en sus individualidades, en la misma dirección y hacia el mismo sitio. Al respecto, el director ha asegurado sentirse "encantado con toda la compañía que ya conocía", que estarán perfectamente acompañada y arropada por la escolanía del Coro Ziryab y por la Orquesta de Córdoba, y que el público saldrá "feliz de un gran espectáculo".
Por su parte, el director musical y a la vez titular de la Orquesta de Córdoba, Carlos Domínguez-Nieto, no quiso ocultar el placer que le suponía "estar en mi teatro y mi ciudad desde hace un año", con un ambiente entre bastidores "realmente agradable" y una obra "que es de las mejores que hay para engancharse a la ópera".
Entre tanto, el alcalde, José María Bellido, ha querido felicitar al Instituto Municipal de Artes Escénicas (Imae) por el trabajo realizado, pero que permite pensar en una apuesta continua por producciones propias, como es el caso, y en el hecho de que la lírica pueda tener un peso mayor en la programación de El Gran Teatro en fecha venideras.
