MEDIO AMBIENTE

El jardín laberinto de la Alameda del Obispo empieza mañana su recuperación

Este singular espacio, considerado una joya, tuvo que talarse al no poder superar una plaga de hongos
Estado actual del laberinto de Alameda del Obispo
photo_camera Estado actual del laberinto de Alameda del Obispo

El jardín laberinto de Alameda del Obispo va a recuperarse. Este peculiar jardín, de gran valor monumental y considerado una joya por muchos expertos, tuvo una lenta decadencia en los últimos años hasta perderse por completo. Los trabajos empiezan mañana, como ha confirmado el analista de campo y encargado de los jardines, Juan Manuel Armenteros, que trabaja en el Instituto de Investigación y  Formación Agraria y Ganadera (Ifapa), con sede en este lugar. Este laberinto fue construido a finales del siglo XVIII. Es el único jardín de estas características de Andalucía, y de los pocos que hay en España.

Armenteros ha explicado a CÓRDOBA HOY que la degradación del laberinto tiene su origen en las grandes lluvias que se produjeron en los meses de febrero y diciembre del año 2010. Las precipitaciones produjeron la subida del nivel del río, que anegó el laberinto. De hecho en aquel año tuvieron que desalojarse 800 viviendas en la capital por la riada. Pero no fue exactamente el agua la causante de los destrozos en el laberinto, sino lo que venía con el agua.

El analista del Ifapa explica que se quedaron sedimentos arrastrados por las aguas. Y estos sedimentos traían fitóftora (Phytophthora), cuya etimología es bien precisa: 'Destructor de plantas'. Se trata de un hongo de suelo "que va secando las plantas, pero no de forma fulminante, sino allí una, en otro lado otra...y es muy difícil combatirlo". Hay que tener en cuenta que la enorme humedad producida por la riada favorece al hongo. 

Y así poco a poco el laberinto se fue secando allí y allá, con este pertinaz enemigo siempre presente pese a los tratamientos. El deterioro fue paulatino y duró años. Hace cuatro se decidió podar del todo el jardín y cerrarlo al público. Poco antes, en 2014, se había incluido en el 'Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz' por su valor monumental y sus características singulares. De su consideración como elemento a proteger a su desaparición por la acción ya imparable de la plaga pasaron apenas dos años. [La siguiente foto es una vista del laberinto en el año 2011].

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¿Cómo se va a recuperar si los hongos permanecen latentes y son tan difíciles de erradicar? La idea de Armenteros es cambiar el tipo de planta empleada en el laberinto. Ahora se van a utilizar arrayanes, también conocidos como mirtos. "El arrayán es una planta vectora de la Xylella fastidiosa del olivar", explica este especialista. La Xylella fastidiosa es una bacteria que invade el xilema de la planta que la hospeda y obstruye el flujo de la savia. Resulta muy perjudicial para el olivar. Los arrayanes son una de las especies que potencialmente pueden ser focos de contagio de esa bacteria en concreto, pero significa que la resisten. Por este motivo, el de la resistencia, y `por su adecuación al medio ambiente cordobés posiblemente puedan sobreponerse a la fitóftora. Antes se utilizaban euonymus, un tipo de seto también conocido como bonetero. Es más delicado que el arrayán y sobre todo más sensible al calor. Y no consiguió sobreponerse a la plaga que vino con la riada.

"Vamos a ver si funciona, estoy convencido de que sí", declara optimista Armenteros. El trabajo de plantar arrayanes va a ser paulatino. Empezarán por el centro y habrá que ir haciendo las pruebas pertinentes para ver qué tipo de bienvenida les da el hongo. En otras zonas del laberinto plantarán rosales. El proceso, si todo va bien, durará al menos un año.

[Nota de la redacción: el blog 'Notas cordobesas', al que pertenece la foto de 2011, le dedicaba entonces esta completa entrada al jardín laberinto]