El mundo post-Covid

Balcones, terrazas o jardines, nuevas prioridades de los compradores tras el confinamiento

En Córdoba y Sevilla se buscan espacios con terreno fuera del núcleo urbano y en Málaga se mira de nuevo a la vivienda como valor-refugio
CASA RURAL

Tras dos meses y medio de confinamiento debido a la pandemia el mercado inmobiliario andaluz ha experimentado un cambio de gustos y necesidades por parte de usuarios y usuarias, que todavía no puede considerarse tendencia, pero que ha dejado detrás un junio "muy movido" en el sector, aunque con menos cierres de negocios del esperado.

Esos cambios suelen coincidir en las provincias de interior, si bien en las costeras van por otros derroteros, por razones obvias. Así, por ejemplo, en Córdoba y Sevilla quienes quieren comprar o alquilar una vivienda miran hacia el exterior de la ciudad, en espacios con algo de jardín o similar, porque el encierro a más de uno le ha generado necesidad de poder moverse con más libertad sin que las normas le coarten en exceso.

En Málaga, no obstante, se buscan urbanizaciones con espacios comunes (piscina y jardín) para adquirir vivienda de nuevo como valor-refugio. Por lo que vuelve a ser visto como un negocio o como patrimonio que heredar.

Según ha explicado Fernando Peña, gerente de Emfisa, los cordobeses, sin ir más lejos, miran hacia Trassierra y El Brillante, las zonas altas, "en busca de bajos con jardín". Y es la necesidad de espacio lo que los mueve, ya que muchas personas han pasado el confinamiento encerrados en un espacio relativamente limitado donde conviven tres o más personas, y eso genera necesidad de contar con un rincón al aire libre donde pasar momentos a solas.

"Es demasiado pronto para considerarlo tendencia, pero la evolución de la oferta y la demanda es lo que nos ha estado indicando a la salida del confinamiento, durante la desescalada", ha indicado Peña, quien ha puesto como ejemplo la reciente venta de una vivienda en Las Jaras, a pesar de los problemas de agua que están teniendo en esa urbanización cordobesa, "que antes de todo esto ni siquiera había interés en visitar".

Un junio "muy movido"

Tanto él como sus colegas de Sevilla y Málaga, han notado un mes de junio "muy movido". "Algunos de mis compañeros me han llegado a decir que ha sido el mejor mes de junio de los últimos años y en lo que a nosotros respecta no es muy normal que digamos, por lo que pensamos que es un efecto post-Covid", explica Fernando Peña. Hay que recordar que durante el confinamiento "la paralización ha sido absoluta, salvo los típicos movimientos de búsqueda por Internet".

Otro fenómeno detectado tras la pandemia ha sido que los pisos que se destinaban a alquiler turístico han vuelto, por razones de peso, al alquiler tradicional. Simplemente porque ahora mismo no hay turistas. También personas que si bien antes no alquilaban, ahora sí lo hacen, y siempre dentro de unos precios "que se han mantenido".

Y si en Córdoba vuelve a sonar mucho El Brillante y la Sierra, en Sevilla es la comarca de El Aljarafe, donde se concentran bastantes pueblos con chalés y donde "se ha disparado la demanda de viviendas por allí". Son palabras de Miguel Trujillo, presidente de la Agrupación de Inmobiliarias de Sevilla (Alianza Sevilla), que representa a unas 90 empresas del sector".

Y esa demanda también parece haber surgido de los efectos del Coronavirus. Pero más que por necesidad de espacios libres, que también, por simple cuestión práctica. "El teletrabajo ha llegado para quedarse, o eso es lo que parece, tras la experiencia vivida por muchas empresas con la pandemia, que ofrece más flexibilidad y permite mirar a las afueras de la urbe", explica Trujillo.

Urbanización de Las Jaras en plena Sierra

Y es que si antes se miraban viviendas en el núcleo urbano por proximidad al puesto de trabajo, ahora la preferencia es vivir en una zona más espaciosa y alejada, porque "cuanto más lejos de la ciudad es más barato". Y el ejemplo es claro: Un chalé con 300 metros cuadrados de vivienda y zona verde puede salir por unos 150.000 euros, el equivalente a una vivienda de 70 metros cuadrados en la ciudad. "Con esa comparativa, muchos prefieren irse fuera de Sevilla".

Otra cosa es lo que pasará con la elección de colegio de los niños, que también supone un peso importante en la balanza de la nueva elección de casa. Pero ese fenómeno está aún por ver, dependiente de la evolución del nuevo curso escolar y los derroteros de la 'nueva' educación.

Situación en Sevilla

También en Sevilla ha habido un junio especialmente alegre en el sector, hasta el punto de que, según Miguel Trujillo, el "92,5% de nuestras agencias inmobiliarias están contentas con el resultado", si bien al menos en Sevilla junio es un mes que suele ser bueno en ese sentido. "Ya en septiembre veremos si se ha estabilizado la demanda una vez se hayan disipado los miedos y si no tenemos ningún problema más con el Coronavirus".

También junio suele ser un mes normalmente bueno para las inmobiliarias malagueñas, donde, sin embargo, "nos ha pillado un tanto de sorpresa el 'boom' de demandas que estaban embalsadas", tal y como ha explicado, por su parte, José María García Rosa, asociado de MLS Málaga Costa del Sol y secretario general de Unexia.

En Málaga no se busca como en el interior de forma específica viviendas con jardín, porque aquí es lo habitual en los municipios de la provincia, no así en la capital. Pero sí se está viendo una tendencia hacia viviendas en urbanización con piscina y jardín que "se adquieren por inversión y como valor-refugio".

Málaga tiene la suerte de contar con una población rejuvenecida con la llegada de matrimonios jóvenes con un cierto estatus económico o con cierta solidez laboral, por ejemplo médicos residentes o parejas con alguno de los dos funcionario, que acceden a préstamos bancarios (el 100% para funcionarios o el 90% para quienes tienen un perfil económico bueno) y que afianzan la tendencia de irse a vivir a una ciudad dormitorio ya como primera vivienda, como es el Rincón de la Victoria o Alhaurín, y también en la zona de Churriana con una comunicación muy buena (a escasos 15 o 20 minutos de la capital) frente a la gentrificación del Casco Histórico malagueño, más pensado para el turismo que para el residente nativo.

Es más, las inmobiliarias malagueñas estiman que si el teletrabajo se acaba consolidando y regresa de verdad la nueva normalidad, Málaga será objetivo prioritario de numerosos europeos y otros extranjeros, así como nacionales, para residir allí. Por contra, si el turismo vacacional no regresa, es también posible que el Casco Histórico de la capital se recupere para ser habitado de nuevo, ya que ha experimentado un proceso significativo de mejora con servicios y nuevas dotaciones que sirven de atractivo, y eso lleva a mirar el centro de la ciudad como un posible refuerzo de inversión para alquiler.

Tendencias que deberán confirmarse en el último trimestre de este año que promete ser significativo para muchas cuestiones de la vida diaria.