Desde el primer caso en 2016 hasta junio de 2017, se ha efectuado siete trasplantes de este tipo

El Hospital Reina Sofía, reconocido por su trayectoria en trasplante hepático infantil de donante vivo por laparoscopia

La Asociación Española de Cirujanos premia un trabajo del hospital, entre las 2.000 comunicaciones presentadas, en el que se exponen los casos realizados mediante este procedimiento menos invasivo 

Trasplante

El Hospital Universitario Reina Sofía es reconocido por su trayectoria en trasplante hepático infantil de donante vivo por vía laparoscópica. Concretamente, el director de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía General y responsable del programa de trasplante hepático, Javier Briceño, ha recibido por segundo año consecutivo el Premio a la mejor comunicación oral en el encuentro anual de la Asociación Española de Cirujanos celebrado recientemente en Málaga. En esta ocasión, los cirujanos del equipo de trasplante hepático infantil han conseguido este galardón por el trabajoAbordaje Laparoscópico en donante vivo relacionado para trasplante infantil. ‘Experiencia de los primeros 7 casos en España’. 

El Hospital Reina Sofía es el único centro de España en realizar esta técnica y uno de los cinco que existen en Europa, que consiste en realizar la extracción del segmento hepático por laparoscopia en sustitución de la cirugía convencional. El primer caso se realizó en marzo del 2016 y desde entonces, hasta junio de 2017, se ha efectuado un total de siete trasplantes de este tipo, y todos a pacientes andaluces. En el trabajo premiado, los profesionales describen la serie de los siete casos realizados, exponiendo la primera de las intervenciones, aportando información de las enfermedades que presentaban los receptores, las características de los donantes y los resultados obtenidos en ambos perfiles de pacientes. 

Javier Briceño ha señaldo que “los donantes son normalmente relacionados con los niños y niñas trasplantados, ya que en cuatro casos han sido madres y en tres casos, tías y tío”. Asimismo, ha apuntado que “los donantes tienen que presentar unas características especiales como ser jóvenes, presentar un índice de masa corporal idóneo (en torno a 25) y que no tengan una enfermedad hepática”. Para comprobar que el donante relacionado cumple todos los requisitos, el hospital realiza al posible donante un estudio muy riguroso que determinar si la función hepática.

Ventajas de la técnica

El equipo de profesionales que realiza esta técnica destaca las ventajas de la extracción por vía laparoscópica frente a la cirugía abierta, que era la práctica que se realizaba hasta el pasado año. En esta línea, el Hospital Reina Sofía ha abandonado la cirugía abierta para estos casos y en la actualidad la práctica estándar es la extracción por vía laparoscópica, contemplando sólo la cirugía convencional en casos en los que un donante presentase una variante anatómica complicada. 

La estandarización de esta práctica supone un gran avance para el abordaje de esta patología y para el donante, a pesar de la dificultad de su realización ya que las dos intervenciones necesarias, de extracción e implante del segmento hepático, requieren una media de once horas de trabajo para un equipo de 25 profesionales, repartidos en dos quirófanos. Tanto la extracción como el implante exigen una elevada destreza y experiencia de los equipos multidisciplinares que participan en esta operación, ya que hay que diseccionar el hígado con la máxima precisión y hay que adaptar los vasos sanguíneos al tamaño de paciente pediátrico.

En esta línea, el responsable del equipo de trasplante ha apuntado que “es imprescindible contar con un equipo multidisciplinar y capacitado, ya que no sería posible si no existiera coordinación entre todas las categorías profesionales necesarias como son los cirujanos hepáticos, hepatólogos, pediatras, anestesistas, intensivistas, inmunólogos, personal de enfermería, especialistas en radiodiagnóstico y coordinadores de trasplantes”.

La técnica laparoscópica empleada aporta ventajas considerables para el donante respecto a la cirugía convencional, ya que resulta menos agresiva, el postoperatorio se acorta y se pueden incorporar rápidamente a la rutina y a su vida laboral. Además, la visión del cirujano mejora con la laparoscopia, ya que la realidad se ve aumentada, y también permite un control del sangrado mucho más minucioso.

Experiencia previa

El uso de la cirugía laparoscópica en intervenciones de hígado no está muy extendido en los centros españoles y el Hospital Reina Sofía es uno de los pocos que sí la está practicando. Los profesionales se iniciaron en este campo en 2013 y en estos momentos la cirugía hepática laparoscópica representa aproximadamente el 40% de las operaciones de hígado convencionales. 

El primer trasplante en el que se usó la cirugía laparoscópica para la extracción del órgano del donante lo recibió en marzo de 2016 una niña de nueve meses y su tía materna, de 35 años, fue la donante. La pequeña trasplantada sufría atresia de vías biliares, la principal causa de trasplante hepático en la infancia. El equipo cuenta, además, con el hito de haber realizado esta técnica en el primer trasplante auxiliar pediátrico del país.